domingo, 29 de agosto de 2010

Feos, sucios y malos



Me siento frente a la tv, buscando algun resumen deportivo como para ponerme al dia con lo sucedido en el mundo futbol desde el Domingo pasado, cuando me desconecte de las noticias, enojado con el triste desempeño de mi equipo.

Milito recibe un premio, después erra un penal.
Mascherano pasa al Barcelona.
Funes Mori esta en el 70% de los equipos del Gran DT.
El Ogro Fabbiani responde preguntas en una entrevista.

Me levanto a preparar unos mates, aburrido ante lo mismo de siempre.
Cuando vuelvo, esta hablando Caruzzo, flamante jugador de Boca. Dice:…”la funcionalidad del equipo esta sujeta a la forma en la que manejemos la adversidad desde los distintos lugares que nos toca a cada uno…”

El tipo este, defensor titular del equipo que influye sensiblemente sobre mis estados de animo dominicales, habla y luce impecable ante la cámara. Utiliza palabras como “funcionalidad” y “adversidad”, con una suficiencia que no me parece normal, hace un tiempo atrás imposible para cualquier otro jugador, según recuerdo.

Antes los jugadores no hablaban asi de lindo, y sin dudas, eran gente mucho mas fea. Tipos que intimidaban solo con su cara y corte de pelo cubano, y no pedían tarjetas al arbitro después de recibir un foul.

Extraño a ciertos personajes de estos, hoy casi extinguidos. Un Turco Garcia, un Serrizuela, un Cabañas, un Chilavert. Gente que metia miedo, dentro y fuera de la cancha. Que declaraban sin tanta decoración literaria, comiendose las eses, como corresponde.

Escucho a varios personajes celebrando lo bien que habla tal jugador, o lo gracioso y simpatico que es aquel otro cuando le ponen un microfono adelante. Es un señor, dicen, se alegran ante la sorpresa que les causa la educación de quien suponen bruto.

Me parece genial que un jugador, o cualquier ser humano, sea educado, y sepa expresarse correctamente. Que se vista bien. Que sea buen tipo, pague sus impuestos, y de vez en cuando, visite hospitales de niños. Que no se drogue. O que sea modelo de calzones. Todo muy lindo.

Pero da lo mismo todo eso. Son cuestiones que nada importan, a la hora de la verdad, cuando este muchacho sale a la cancha.

Me cago en su capacidad de oratoria y en su imagen. El tipo puede ser un asesino serial, un traficante de paco, un pedófilo; me chupa un huevo. Puede ser sordomudo.

Tiene que jugar bien, y nada mas.

Y en esto coincido con el Coco: un defensor tiene que ser feo, aspero, insensible. Debe saber insultar violentamente, humillar a los rivales sin limites. Meter miedo.

Sino tiene que ser un crack, solo asi puede darse el lujo de ser lindo y correcto al hablar.

Recuerdo imágenes que me traen a Blas Armando, a Hrabina, a Comitas, al Toro Acuña. Estos tipos tendrían que agarrarlo a Mouche y explicarle un par de cosas.

Riquelme no seria Riquelme si fuese lindo y simpático.

Claro que todo esto es muy cuestionable, y nada objetivo.

Otro dia lo discutimos.

Hoy dejenme ser incoherente, y bostero.

Mañana no quiero que Silva (mi jugador mas caro en el Gran DT) haga goles, y los festeje ridículamente, como suele hacerlo.

lunes, 23 de agosto de 2010

Qué diría Negrete?



Por el Mariscal Boldini

Quise dedicar este post a algo que es parte de nuestro universo futbolero y parte de esa extraña relación que uno mantiene con el fútbol; donde la pasión se mezcla inevitablemente con intenciones de marketing y claros intereses económicos.

Entiéndase que esto no quiere ser un elogio y tampoco tenemos esa altura moral de los que critican todo, inclusive al fútbol. El objeto de este post es al fútbol lo que es a nuestra familia el novio una prima. Es decir, gente que sin querer uno se cruza, con la que de pronto compartimos un año nuevo, brindamos efusivamente y tal vez al año ni nos veamos.

Estoy hablando, señores, de ese invento extraño que es el Gran DT.



Nunca ocupó el lugar del PRODE, mucho más sencillo y fácil de participar (ni siquiera es estrictamente necesario saber de fútbol). Sin embargo lo tengo asociado a varios recuerdos, que se remontan sobre todo a cuando apareció por primera vez, yo era adolescente y era una novedad increíble.

Tiene algunos pros y varias contras

A. Se aprenden nombres de jugadores que de otro modo nunca hubiese sabido que existían (generalmente porque son baratos y permiten cerrar el presupuesto del plantel). Recuerdo a Dutari de Godoy Cruz, a Danelon de Central. Jugadores del Colón recién ascendido. Dante Unali o El loco González, número 10 ídolo del ascenso que me recomendó poner un amigo de mi viejo y que nunca jugó, ya que lo habían vendido al Paraguay (donde hizo larga carrera y se hizo famoso por una trompada a un árbitro).

B. Tema de conversación. Hubo un tiempo que en cualquier asado o lugar tirabas el tema del GranDT y hablabas tranquilo con cualquier perejil (incluso en situaciones en que el perejil no había armado su equipo, pero se iba con la promesa vana de hacerlo) .

C. Si estás enganchado, se sigue la fecha con un entusiasmo particular. Que te hace alegrar por ejemplo de un gol deL 3 de Lanus. O un penal atajado por el arquero de Huracan.

Contras

A. Da la clara sensación de que es un producto copiado a algún otro mercado e instalado con furor en nuestro suelo.

B. Lo insoportable de las modificaciones que se introducen d un campeonato a otro tratando de convencernos de que “ahora es mejor”, podés cambiar la táctica, ahora podés hacer un cambio más por fecha. La más rara de esas modificaciones fue por el 96 (aprox) cuando se podía poner jugadores argentinos que estuvieran jugando en Europa. Se llamaba “La legión extranjera” y la propaganda tenía a Batistuta perseguido por una gordita por las calles de Italia!!

C. Por último, y para ser sincero, no estoy muy seguro de que el GranDT tenga algo que ver con el fútbol.

Queda claro que no tiene ningún vínculo con eso de lo que uno se jacta cuando en medio de una reunión dice “saber de fútbol”.

Es un juego y es un negocio. La verdad, he jugado en casi todas sus ediciones y siempre me quedé con las ganas de poner a jugadores que para mí jugaban bien, prometían o simplemente me caían simpáticos, pero que tal vez no rendían para el Gran DT.

Este año me prometí no armar mi equipo, ya estaba harto. Pero del mismo modo que uno vuelve al mismo bar una y mil veces, no me pude resistir.

Me gusta compartir con un par de amigos ese universo de las cargadas, de ver quien gana la fecha y quien es un muerto. Por eso si quieren –y si todo lo malo no los convenció de lo contrario- armen su equipo y busquen el torneo de amigos Calma Chicha FC. Premios? No hay, pero un juego es siempre un juego y lo importante es el gesto en la cara cuando uno pone las fichas sobre la mesa.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Gente que sabe escribir en serio # 1


Nueva sección. Un espacio para repasar a los que entendieron todo. En capítulos coleccionables.

Primera entrega: "La Quíntuple Armonía"

“Muller (el DT) abandonó su postura relajatoria y tomó una tiza. Dibujó un punto sobre la superficie de la pizarra.

-Seller – dijo, señalando la pequeña circunferencia blanca.

Dibujó otro punto a la izquierda del primero.

- Garfagnoli – dijo.

Siguió dibujando puntos hasta que completó los once del equipo.
Luego, de cada uno de los puntos hizo salir dos, tres o mas flechas, en distintas direcciones.

- Cada uno de uds. Y sus funciones – explico Muller -: sus canales de traslado, sus andariveles de movilización.
- Punto de arranque.
- Punto de enlace y lanzamiento.
- Lanzamientos constantes hacia zonas vacías.

Miró a su platea.

- ¿Cómo se genera este vacío?

Encerró en un círculo de tiza una zona desierta.

- Zorba y Renault se echan atrás. Deshabitan la zona. Se genera un ámbito de nadie. Una Nada. Así como hay un Todo, hay una Nada. Cuando nuestra defensa estrecha líneas y nuestra línea de medios se recuesta sobre nuestra propia línea de ultima defensa, se genera un Todo. Hay una interrelación de fuerzas. Un equilibrio. Un equilibrio, podríamos decir, cósmico. Regido por las mismas reglas armoniosas del espacio. Pero si quitamos la gente – Muller borró con presteza dos o tres puntos – de este ámbito, nosotros mismos producimos una Nada. La antirrelación. Y allí va nuestro numero nueve. Ese hombre corre hacia la Nada. Es el Hombre. ¿Quién es ese hombre? ¿Qué se pregunta? ¿Están sus respuestas en la Nada? ¿Qué persigue?

- Se produce en él, en ese hombre, la angustia conceptual de ir en busca de un balón y no tener respuestas. Tiene preguntas, pero no respuestas. ¿En qué cree?

- ¿Y porque el Hombre corre hacia la Nada? – preguntó – Porque lleva un estigma. Una marca. Le han puesto una marca sobre sus espaldas y arrastrando esa marca, soportando esa marca corre hacia la Nada en busca del mensaje que llega desde atrás.

- Es una marca que los mismos hombres le han puesto como una Maldición. Por eso el Hombre escapa. Escapa incluso a sí mismo. Busca, busca permanentemente. Lo acosan los hombres y las leyes. Se ve acorralado por su marca candente y por la ley del off side, que lo margina y lo anula…

Muller debió interrumpirse ante los convulsivos sollozos de Dagomir. Algunos compañeros del moreno lo palmearon en la espalda, pero el desconsuelo del brasilero era enorme.

- No nos dejemos vencer por la incertidumbre- restalló la voz de Muller generalizando.

- Todas las respuestas estan en la “Quintuple Armonia”.

Cuando Muller se marchó, los demás, antes de abandonar el recinto, se reunieron en derredor de Dagomir quien aun hipaba y se sacudía por el llanto.

- Que hermoso habla - barbotaba totalmente plegado en su silla -
- Que hermoso habla".

Hay mucho mas material para esta sección, que ya dejo de ser una promesa y llegó para quedarse.

Nos vemos en la próxima entrega.

martes, 17 de agosto de 2010

Papi



Por el Mariscal Boldini

En el universo del fútbol hay un punto pendiente de análisis. La gran mayoría de los que nos gusta el fútbol, no jugamos al fútbol; jugamos al papi fútbol.

Los motivos pueden ser varios. Ya sean los tiempos modernos, la dificultad de conseguir gente y trasladarse o que la gramilla del césped esté más cara; lo cierto es que con el tiempo vamos desarrollando una involuntaria pero extensa carrera de jugador de papi. (Sin haber consumido en nuestras vidas un segundo de TV de fútbol sala, a excepción de Tinelli en Ritmo de la Noche y algún minuto malgastado en el Showball).

Soy un convencido de que el mundillo del papi sería genial para un ensayo sociológico o algo así. La variedad de las canchas (que muchas veces vienen de ser canchas de paddle, basquet o handball), las rutinas propias de ese lugar y que en una cancha de once no serían posibles, el tipo de juego y el alarde del mismo de quienes lo practican; creo que es sencillamente inagotable. Y semejante análisis debería estar resaltado por esa contradicción que marcamos antes de empezar, los cultores de ese mundillo son hinchas del fútbol once contra once y no de este aborto que nos es tan querido.

Personalmente, a los 18 cambié de lugar de residencia. El desarraigo tiene varios matices, y uno muy notorio es que así como perdés con quien salir a la noche, perdés con quien jugar un partidito.

Sucedió lo que sucedió varias veces más y que creo que ha todos alguna vez le ha pasado. No tener “un grupo”. Ahí empieza el problema y en eso me quiero centrar. Cuando no tenés un grupo: primero, algo te falta; después, te convertís en un tipo al que se puede llamar a cualquier hora para decirle si puede ir a la otra punta de la ciudad a las doce de la noche siendo las once y media… Y vos decís que si, encima, chocho.

Uno se vuelve un ser que está a la caza de un grupo, y a donde lo invitan busca dejar una buena imagen. Se vuelve experto en tirar un chiste oportuno y meter el comentario que la actualidad futbolística pida (respecto de lo futbolístico con no desentonar alcanza, si te llamaron es porque les falta uno, no porque necesiten a Cruyff).

Si sos bueno podés llegar a correr con la ventaja de que se diga, “che, llama a tu amigo, al que juega bien”. Por lo pronto, no me paso.

En esas épocas de sequía (sólo equiparables a cuando ninguna mina te da bola) he intentado acercarme a grupos muy disímiles, de los cuales pronto me alejaba justamente el hecho de que no había nada en común.
A) Amigos de mi primo: mi primo jugaba mucho a la pelota y tenía dos grupos, unos eran muy malos y el grupo nunca se formó, los otros eran muy buenos y nunca me aceptaron.
B) amigos de un flaco que había vivido conmigo en una pensión: (sí, el vínculo era muy lejano, y eso mismo ejemplifica lo dicho arriba, uno hace cualquier cosa por un maldito partido de fútbol) estaban en mi nivel por lo que no tuve problema, no recuerdo ahora de donde se conocían pero eran muy tarados y habían armado dos bandos que nunca se mezclaban entre sí y llevaban la cuenta de que bando había ganado más partidos. Si fuera necesario dar pruebas de esa estupidez manifiesta, agregaré que los bandos se llamaban Tiburones y Monjarritas o algo así.
C) Por último, amigos de un compañero de teatro: (mismo nivel de desesperación personal) eran también unos tarados, pero jugaban mejor, fui varias veces pero me fueron cansando, eran demasiado competitivos, pero a decir verdad creo que era cosa de química, íntimamente me caían mal, y a la larga se nota.

Cierra este catálogo personal e inútil la excepción. El único grupo en el que me inserté de maravillas (sin conocer más que a quien me había llevado) tuvo lugar cerca de mis 15 o 16 y eran los amigos de mi amigo Esteban. Buena gente, que jugaba en el Club Asturiano de Mar del Plata a las tres de la tarde, le pagábamos unas monedas de menos a un gallego (asturiano) y jugábamos largas horas.

Que quiero decir? El fútbol es un evento social. Y tener un grupo es encontrar un lugarcito en el mundo que durante una hora, está hecho a tu medida.

sábado, 14 de agosto de 2010

Vacaciones



Por el Mariscal Boldini

Estoy preocupado. Es el segundo viernes que me olvido del partido (de los viernes). Eso a mí no me pasaba, lo juro. Tomo aire, respiro hondo y decido ser racional.

Porqué? No lo sé. Creo que lo que mejor lo explica es esa sensación que tenemos cuando volvemos de las vacaciones. Venimos de algún lugar -más o menos lejano pero siempre distinto y de haber estado sin hacer nada un tiempo considerable. Y encontrarnos con lo que ya conocemos, con lo que es nuestro (nuestro casa, nuestro trabajo, "nuestra rutina") es la peor patada que nos podrían dar.

Y el torneo local es esa casa, que es mía -a mucha honra-; pero a la que, discúlpenme, no logro acostumbrarme. Si mi equipo jugara bien tal vez sería más fácil, pero bueh...

Y como quien viene del viaje, traje lectura para recomendar. El autor? Un futbolista que supo (y sabe) llevar un apodo poco común en el ambiente. Apodo que comparte con peronajes de la talla de Aldo Paredes, Bilardo y el negro Kumalo (notese que esta lista contiene dos ex Ferro -perdone el dios futbolero a aquellos que no recuerden al doctor kumalo). Estoy hablando del Dr Juan Manuel Herbella quien brillara en el ascenso de Chicago, salido de Velez, con paso por Argentinos, Godoy Cruz y Quilmes entre tantos otros. Parece que el tipo es doctor posta. Y que por esas cosas hace un poco más de un año arregló con la gente de Ediciones al Arco para escribir un libro (con forma de diario) contando fecha a fecha el transitar de su equipo (Quilmes) por el campeonato de ascenso.

Quilmes salió campeón y el librito es un documento de cómo se ve el fútbol cuando por ejemplo tenés que ir a jugar a la cancha de Fénix, y el Chaucha Bianco acertadamente pone 5 defensores porque la cancha está injugable y el partido se va definir a los bochazos de un área a la otra. No puedo decir que el tipo sea un virtuoso de la pluma (como tampoco lo es en el verde césped). Pero tiene una virtud. Es sincero. Y, escribe, no como un periodista o un escritor sino como un futbolista.

Así que mientras espero que un gol en el último minuto me sacuda la modorra, Futboloscopia -así se llama- me va haciendo compañía; como esas pequeñas cosas -pero imprescindibles- que cuando volvemos del viaje nos hacen sentir que esa, es nuestra casa (ya sea un perro, nuestros libros o nuestra cama).

Hasta la próxima.




PD: dejo la tapa del libro (que tranquilamente podría ser premio del concurso anterior si el pelu desiste de la cena en la Boca) y una imagen para quien no recuerde al dr khumalo en ferro!!

lunes, 2 de agosto de 2010

Cosas Serias



Por el Mariscal Boldini

Un mundial es cosa seria, ni ud. ni yo lo vamos a dudar.

Que ud esté leyendo esta página lo hace un hecho y a nosotros nos llena de orgullo.

Es hora de hacer un cierre formal de la etapa mundialista de Calma Chicha.

Y queríamos salir tocando, con la cabeza levantada, con el orgullo de un rústico que mete un buen pase en cortada.

Es corriente la convicción de que los mundiales son mojones (como los de la ruta) en nuestra vida. Uno recuerda casi a la pasada "..tal mundial lo vi con tal persona", "vivía en X barrio", "salía con tal o trabajaba en determinado lugar". Nos marcan. Atraviesan nuestra vida, dejandonos como una instantánea, un recuerdo solidificado de un momento. Por eso y porque creemos compartir algo, decidimos que este cierre sea con forma de encuesta y de concurso.

Dos preguntas

1. Cuál es el mundial que más disfrutaron?
(ya sea por resultados o circunstancias en que lo viste)

2. Cómo crees que te va encontrar Brasil 2014?
(con quien y en que circunstancias lo veras)

Hay premio. Nos gustan las respuestas ocurrentes pero también las abiertamente sinceras. La mejor respuesta ganará: a) un libro sobre fútbol o b) una cena con el marido de la chicha soltero en algún bodegón de alta cocina de la Boca. En el segundo caso el marido de la chicha soltero pide una mínima descripción física y tiene la pretensión de ser único jurado de la mejor respuesta. Si bien se corre riesgo de que haya tongo, también se teme que sea un premio no muy concursado.

Por favor tomense 5 minutos, deseamos que esto forme parte de algo que aún no tiene forma pero los incluirá