jueves, 23 de septiembre de 2010

El archivo de Chicha # 1




En el viejo placard enfrentado a la cama de dos plazas, escondida detras de la ropa de invierno, Chicha guarda una caja de madera llena de recuerdos, y de polvo.

Fotos, antiguos recortes de diario, tarjetas de prode usadas, entradas a populares visitantes cortadas al medio, un album de figuritas del 84. Todo se mezcla desordenadamente dentro de ese archivo hace rato abandonado.

Ayer, mientras limpiaba el mueble, Chicha se volvio a encontrar con su coleccion de imagenes olvidadas. Estuvo mas de tres horas repasando el material, emocionada, y llena de culpa por haberlo ignorado desde hacia casi diez años.

Cuando esa misma noche llegue a casa despues del laburo, me estaba esperando con la caja en la mano, y un Toro Viejo recien abierto.

Me dijo: esto hay que mostrarlo, viejo.

Yo le respondi: que lindo te queda ese vestido, y la bese como hacia tiempo no lo hacia.

Nos fuimos a dormir a las dos de la mañana.

Y ahi fue que se me ocurrio esta nueva seccion para Calma Chicha.

viernes, 17 de septiembre de 2010

FUSIBLES


Debería disculparme antes de arrancar, es que en medio del campeonato me parece una pelotudez o una hipocresía hablar del fútbol en abstracto. Y lametablemente al hablar en concreto no puedo más que expresar un gesto de triste fastidio. Mi equipo? El grande que más abajo está en la tabla.

El motivo de escribir algo al respecto? No sé, se dicen muchas cosas y si bien la verdad sale a la cancha los domingos; la ira justifica cualquier cosa.

Desde que tengo una mirada critica de este deporte (1990 aprox) he visto dos equipos de Independiente que jugaban REALMENTE bien. El equipo campeón con Brindisi en el 94 y el del Tolo del 2002.

A estos dos equipos hay que agregarle una excepción, Clausura 97. Primer y mejor paso de Menotti por la institución (Mondragón, Jorge Matinez, Rotchen, Arzeno, Cristian Diaz, el torito Acuña, Cascini, Matute Morales, Burruchaga, Panchito Guerrero y Calderón). El equipo estaba encaminado para campeón. Pero ese año se jugaba la Copa América creo que en Bolivia y el campeonato se interrumpió durante la misma, recomenzando a fines de junio, una vez terminada la copa.

Lo cierto es que para esa fecha el mercado de pases europeo ya estaba abierto, y en Independiente se fueron en el iterín Matute, Calderón, Acuña y el mismísimo DT!!

Antes de la interrupción se le había ganado 6 a 0 en su cancha a Colón que tenía un equipazo y venía peleando arriba. A la vuelta el equipo estaba desarmado, se perdió con Huracan de Corrietes de local y con San Lorenzo. El campeón? River.

El tipo que agarró ese difícil final de campeoato –supliendo la ida de Menotti- y se debe hacer comido más de una puteada, es un tipo hoy considerado muy buen DT. Con un paso reciente por el club y cara de bueno, era un joven tigre Gareca. Obviamente le fue mal. Era una de sus primeras experiencias –sino la primera- como técnico y no había mucho que pudiera hacer.

Me acordaba de él mirándolo al pobre Garnero. La vida y el tiempo dirán si es bueno o no. Pero a veces hay mometos en la vida y el fútbol donde uno lleva todas las de perder, y eso era reemplazar al Tolo con un plantel medio desarmado.

El fútbol es sabio, nadie dijo que sea justo (y si lo es; lo es de un modo muy cruel).

sábado, 11 de septiembre de 2010

Marca personal


Hace poco me sumergí con mi señora en una conversación que versaba sobre los distintos dispositivos tácticos, con sus variantes y consecuencias en el campo. Estuvo bueno, ella incluso asimiló mucho de lo que yo quería explicar, hasta que se hartó. Algunos de los temas fueron: cómo al jugar con tres en el fondo, no hay lateral sino un carrilero que juega las veces de lateral y de volante, siempre pegado a la raya. La desaparición de los wines o el nefasto doble 5.

En medio de tanta reflexión, y ya solo, con la Chicha que me abandonaba para cocinar unas milanesas dejándome con un cuadernito borroneado; una metáfora me resultó significativa: la marca personal.

El origen de la marca personal es inevitablemente mezquino. La idea de anular a un jugador con otro jugador lo es. Sin embargo, no se me confunda con los que piden que un partido sea algo cercano a lo poético. Más de una vez me he propuesto, “éste -que yo marco- hoy no la toca”. Cuando era chico era una de mis diversiones. Se armaba un picado, buscaba al mejor de los rivales y me proponía marcarlo a muerte… jajajaj una vocación de anti-fútbol indisimulable!!

Hablaba con un amigo, eso también es fútbol. Y al que le gusta este rito, disfruta de un anticipo, una barrida precisa o simplemente de que no te pasen en un mano a mano.

Pero a lo que iba es que lejos de no pertenecer al fútbol, la marca personal tiene algo de criticable. Hay en el paso de la marcación con línea de 4 en zona a la marca hombre a hombre (con tres en el fondo y carrileros incluidos) un razonamiento de economía efectivista que nunca me cerró. Siempre defendí el 4-3-1-2, no por Menottista o lo que sea, sino porque me pareció obviamente más práctica la marcación en zona.

Ahora bien. La vida, tiene momentos de marca personal. Un trabajo rutinario o simplemente indeseable, una pareja (en el peor de los casos), tus viejos o tal vez un tema que nos persigue de modo más que molesto. Es una piedra en la espalda –diría Sísifo- y te va a seguir durante 90 minutos y verte decaer será su triunfo. Ahí, es cuando el habilidoso se calienta con el que lo marcaba, creo que califica como mejor ejemplo Riquelme contra un paraguayo que le hacia marca personal en Banfield, y lo hacia metiéndole el dedo... Si no recuerdan el final, el 10 le tiro una trompada y vio la roja. Hay algo de desleal.

Finalmente quisiera caer en otra metáfora trillada (tanto pero tanto que hasta el salame de Román Iucht tiene un programa con ese nombre) y luego dejarlos tranquilos.

Una pared. Creo que no hay gesto más técnico, más inteligente y que explicite más el espíritu del juego que una pared. Es gambetear sin ser habilidoso, sino inteligente. Es saber leer el juego. Es poner la pelota y el pase, allá donde no hay nadie, y a donde uno va corriendo. Y se necesitan dos para hacerlo.

Hay gente y cosas que tienen ese efecto en mí.
(el fútbol y algunos de ustedes, entre otros –no se agranden tampoco)

PD: la foto? me pareció imperdible, (y en última instancia era alguien con el que no había marca personal que sirviera)

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La pregunta



Existe un periodo en la etapa de casi cualquier niño del planeta durante el cual se vera obligado, de forma inevitable, a contestar las dos o tres preguntas pelotudas e innecesarias que tarde o temprano suelen hacerle los adultos.

- De que cuadro sos?
- Cuantos años tenes?
- Cuanto es ocho por nueve?

Y por supuesto, la mas repetida e imposible de todas:

- Que queres ser cuando seas grande?

A su edad, el niño en cuestion, gozando de la mas infinita imaginación e inocencia, no sabe dudar ni mentir adecuadamente, no sabe que es ser adulto, ni un monton de cosas mas. Pero tiene la respuesta, porque lo que quiere ser es lo que le gusta, y eso si lo sabe. Entiende que puede contestar lo que sea que se le ocurra, y asi procede, ignorando el tono condescendiente y supuestamente gracioso del boludo que pregunta.

Dice: piloto de avion, jugador de futbol, medico, mecanico, actor de cine, colectivero, mago, corredor de formula uno, guardavidas, marinero, veterinario, detective privado, paseador de perros, maestro, director de cine, policia, estrella de rock, arqueologo, pintor, ladron de bancos, presidente de la nacion.

Puede tambien decir que, como su papa, quiere ser abogado, odontologo, biologo marino, contador, despachante de aduana, ingeniero. Aunque no entienda de que se traten tales profesiones.

La lista es infinita. Puede, este niño, desear convertirse en las mas inimaginables formas de ser “grande”.

Pero hay algo que nunca se ha escuchado responder a ninguno, algo que no podra entrar en la imaginación de un niño, jamas.

Nadie, en su infancia, sueña con ser ARBITRO.



Eso es algo que se decide hacer una vez perdida la inocencia, cuando la vida se pone retorcida, y uno ya esta dispuesto a sufrir.

Las razones que llevan a esta gente a elgir tan ingrata y difícil profesion me resultan incomprensibles.

Aunque sin dudas, entre esas razones existe una fundamental, la unica que entiendo y comparto. La misma que me hace ponerme a escribir estas incoherencias a las dos de la mañana: alguna forma de amor al futbol.

A ellos, a quienes tanto he insultado, y seguramente seguire haciendolo, les digo gracias. Porque alguien tiene que hacer lo que hacen, aunque parezca imposible, aunque siendo niños hayan soñado ser otra cosa.

Yo soñaba con ser el Manteca Martinez, y todavia no logro digerir del todo la derrota.

Se hace lo que se puede, sres.

Gracias nuevamente, a ellos, que ciertamente hacen lo mismo, pero con tanto mas heroismo y utilidad.

Me voy a dormir.