viernes, 9 de diciembre de 2011

Enviados especiales

El Domingo pasado Boca se consagró campeón del Apertura 2011 en la Bombonera.

Calma Chicha, en un esfuerzo enorme de producción, se hizo presente en el lugar para dar testimonio de tan histórico acontecimiento para el fútbol local.

Un integrante del staff fue enviado con la orden de tomar nota de lo sucedido, para después volcarlo en un texto lleno de detalles que aquí pretendía ser publicado.

Nuestro hombre, de quien no volvimos a tener noticia alguna desde aquel día, se hizo presente en nuestras oficinas recién ayer.

Con claros signos de haberse excedido en los festejos durante varios días. Tenía tatuado en su antebrazo izquierdo un escudo de Boca bastante torcido y el nombre "Mónica" en letras góticas, justo debajo del mismo.

Sabiéndose en falta, pidió perdón.

Con el último resto de vergüenza que le quedaba, dijo tener algo de material.

Y nos entregó este breve, pero contundente registro.



[Nótese como en la euforia del festejo, Laudonio es castigado duramente por varios integrantes del excitado plantel xeneize]

El responsable ha demostrado estar arrepentido, y prometió no volver a comportarse de esta manera.

Por eso, y porque lo queremos, no lo vamos a sancionar.

Cosas que pasan.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Tengo un amigo de Boca


En el fútbol dificilmente me alegra la alegría ajena (me puede haber pasado con el ascenso de un club querible o algún logro internacional, nada más). Hoy no es la excepcion (más bien es el ejemplo paradigmático de la cuestión).

Gontan dice que Boca y su hincha son “distintos”.

No comparto, todos los hinchas y las hinchadas se sienten distintos –cómo las madres ven a sus hijos agraciados-.

Sin embargo, podríamos decir que en cierto modo lo son. Son mas agrandados, más pesados y gritones que el resto. Me cae mejor el plantel de Boca que sus hinchas, lo que es grave si consideramos que en el plantel están Orion, Clemente Rodriguez o Mouche.

Me silencio.

El cariño por Gontan es más fuerte!

Abrazoo

domingo, 4 de diciembre de 2011

Breakpoint # 2


Aca el Mariscal habla de los distintos.

De los que marcan la diferencia cuando a los demás les tiemblan las piernas.

Esos que no necesitan ser buenos tipos, ni ejemplo de nadie.

Me la deja picando al borde del arco, y no pienso dejarla pasar.

Porque mañana, a eso de las siete de la tarde, voy a ir a la cancha. Para ver como el mas distinto de casi todos los distintos que alguna vez me toco ver, me regala un nuevo campeonato.

A gritar ese amor sin restricciones.

El mismo que otros no pueden permitirse declarar, pero seguramente sientan silenciosamente.

A todos ellos, les mando un abrazo enorme.

El Lunes espero volver por acá, con algún registro histórico del asunto.

Todavía me cuesta creer toda la magia que trajo este 2011.

Nunca imaginé tanto.

Cosas que pasan, cuando en tu equipo juega un distinto.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Breakpoint -un punto de inflección-


Se juega la Copa Davis. Íbamos de punto, está claro. Y cuando Del Potro perdió el viernes pareció cerrarse la historia. Yo nunca jugué al tenis –tengo amigos que sí y que cada tanto me enseñan algo al respecto-, pero tengo un par de opiniones que defiendo de modo intransigente.

Hace más de un año en este blog dedicamos un post al tema.

La intención es reiterarme sobre ese tema y, en todo caso, aprovechar y dedicárselo a Salatino, un tipo que en el 2008 salió a decir pavadas (o no tan pavadas, pero no las tenía que decir) como una niña llorona golpeada por la decepcionante actuación en la final que se jugó en Mar del Plata. Yo, en ese entonces, afirmé una convicción que ya traía: me identificaba con el juego y la forma de jugar del tipo sobre el que recaían muchas de las críticas: Nalbandian.

Hoy, siendo sábado a la tarde, suena fácil reivindicarlo; así que no lo voy a hacer. Lo acusan de “mal tipo”. No me parece tan grave. Acaso, integraría la colorida y extensa lista de esos “malos tipos” que la rompían. Lista que ha amenazado en incluir a gente como Veron o Riquelme.

Pero hay un punto donde se acaban las discusiones. Cuando uno JUEGA a algo, la intención es ganar –no a cualquier precio, pero si no, no jugaríamos. Y hay tipos, que no sé porqué antes de empezar el partido nos dan la sensación de que tenemos más chances de lograrlo. Entre otras cosas, porque una vez arrancado el mismo hacen todo para ganarlo.

En algo tan indefinible como el deporte “eso” que da a unos el mote de “ganadores” y a otros de “perdedores”, esa fuerza inasible que pesa a favor y en contra sobre unos y otros; recibe un nombre también ambiguo y difícil de definir como el hecho mismo; se la denomina MÍSTICA. Algunos equipos y personas la tienen y otros no.

Se construyen mitos de héroes alrededor de ella.

En mi forma de ver el mundo, los portadores de esa condición (de esa mística) tienen algunos derechos y atribuciones que otros no, por el simple hecho de no ser “ganadores”. Más aún, cuando los primeros, son aquellos de los que esperaremos el gol agónico sobre la hora. Que nos salven cuando todo esa perdido, alimentando justificadamente esperanzas de imposibles. Qué, sino, es “ser distinto”?

No dudé en bancar a Ortega vs Simeone en River. Y banco a Teo vs el resto de un plantel de Racing que lo criticaba -con justicia-,pero que no supo llevar sus argumentos al verde césped y ganar sin él en cancha.

Un poco de todo de eso tiene Nalbandian cada vez que juega para argentina; y algo de eso nos falta a la hora de jugar finales de Copa Davis.

Personalmente nadie me quitará la convicción de que si mañana él jugase el cuarto partido; la serie se definiría en un quinto.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Publicidades pelotudas 2014 # 2




En una moderna sala de reuniones de la mejor agencia de publicidad del universo, los más talentosos creativos discuten ideas para su mejor cliente, que ya se está poniendo un tanto impaciente con el temita del próximo Mundial.

Rompe el silencio un pelirrojo de remera colorida, veinteañero, lleno de rulos. El cliente lo mira medio mal, antes de que llegue a abrir la boca. Al tipo, se sabe, no le caen bien los colorados. Tensión

Escuchen bien, dice el colo, canchero. No me interrumpan, ¿si?

La cosa es mas o menos así.

Estamos en 2045. Hace unos cinco años llegaron a la Tierra unos extraterrestres. Muy parecidos a nosotros, pero con algo distinto, no sé. Las orejas, el pelo, eso después lo vemos. La cuestión es que los tipos son de lo más pacíficos, y solo quieren relacionarse socialmente con nosotros, sin joder a nadie.

Por primera vez en cinco años, estos muchachos logran formar un equipo de fútbol profesional, como para medirse ante las principales selecciones del mundo. El desafío es inminente.

Pasamos a una reunión donde los vemos analizar el tipo de juego y características propias de cada selección. En una computadora sofisticada se cargan datos y fórmulas para cada país, se mezcla información especifica de cada uno. Estadistica de campeonatos, datos de jugadores emblema, estilos, cuestiones culturales, etc. Todo se proyecta en una pantalla gigante. Van saliendo los resultados: Alemania: metódica, eficaz, áspera. Brasil: vistosa, ofensiva, alegre. Italia: rústica, calculadora, defensiva. España: generosa, arriesgada, atrevida.

Llegan las imágenes de Argentina: Palermo errando el 3er. penal, Rattin contra los ingleses, Brown con el brazo colgando, el Diego puteando a los italianos y bailando en zunga Versace, el Piojo Lopez errando un gol imposible, Messi haciendo un golazo, Diego y el pase a Cani contra Brasil, , Bilardo llorando abrazado a Diego en el Centenario.

La máquina no arroja ningun resultado, hay un cartel de error.
Los ET se miran confundidos.

Puede terminar ahi, dice el Colo, aunque tambien se me ocurrio un final a puro humor. Algo así:

Ante el deconcierto por el fracaso de la máquina, uno de los ET dice:
"Si tuviesemos eso que lo terrícolas llaman religión, tendríamos que empezar a rezar"

Todos estallan en carcajadas, y comienzan a bailar con la camara alejándose lentamente. Como en un capítulo de Los Simpsons, uno de esos con musical incluído.

Se hace un silencio que dura treinta segundos. Se cruzan miradas incómodas hasta que uno empieza a aplaudir, contagiando al resto.

El Colo saluda agradecido y enfila hacia el baño a tomar milonga.

Todo comentan este futuro éxito.

Hasta el próximo mundial.


viernes, 25 de noviembre de 2011

Memoria



Por el Mariscal Boldini

1994, a la vez que Independiente sale campeón en el último partido ganándole a Huracán, de la mano de Miguelito Brindisi, mientras nos cortaban las piernas en el mundial de USA; no sé si a causa de las hormonas adolescentes, mi fanatismo por el fútbol (dormido desde hacía unos años) renace con una fuerza que ya no me abandonará.

Entre tantas cosas empiezo a recordar formaciones de memoria.

Y me acuerdo que con mi mejor amigo (Juan Pablo) y su papá (Arturo) fuimos entusiasmados a una pizzería que estaba en el centro, a ver el primer partido de la selección de Passarella. Era contra Chile. Un gol lo hizo Rambert, otro de Marcelo Espina -10 de Platense- de afuera del área. No me acuerdo quien hizo el tercero, ni si fue 3 a 0 o 3 a 1.

Cuando fuimos a pedir la pizza, Arturo y Juan Pablo me ofrecían sabores y agregados. Yo todavía sólo comía lo básico –recién años después, viviendo solo, me agarraría ese hambre que te hace comer de todo-. Pedimos una pizza llena de cosas. Cuando llegó. Yo me serví y empecé a sacar cada una de las cosas que tenía. Arturo no lo podía creer, estaba pagando la pizza más cara, para que yo me comiera una simple muzzarella.

Nunca se olvidó. Muchas veces se lo he recordado, simplemente para escucharlo contar la historia con sus detalles –ya todos la habían escuchado, y más de una vez. Pero seguía siendo graciosa. A medida que yo iba siendo mas grande incluía algún insulto más.

El lunes pasado, Arturo falleció. No fue una sorpresa, pero nos golpeó igual.

Tengo muchos recuerdos que lo incluyen; mi amigo es tal, desde hace años. Y éste es uno que yo siempre traía a cuento porque Arturo se reía, mientras me trataba de hijo de mil puta.

Sorprendentemente, y de un modo casi lateral, siempre estuvo en mi vida. Hoy me resulta más que claro. Ya fuese por el simple hecho de ser el padre de mi amigo o porque era un tipo fácil de querer, afable y divertido -si me escuchase, remataría esto con algún chiste del tipo “…si, si, vos decís un boludo simpático.., gracias Juancito!”.

Al arco Bossio -con Estudiantes en la B-. Atrás Zanetti, Ayala, la Tota Fabri y Arruabarrena; en el medio Escudero –de Newells, luego suplente en River-, Perico Pérez, Bassedas y Marcelo Espina; arriba Ortega y Rambert.

No voy a olvidar.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Crack



Por el Mariscal Boldini

En Calma Chicha somos tipos exigentes, y si no nos sale, no escribimos; en parte porque queremos ser sinceros, que algo salga de adentro y se materialice… etc etc
Esas y otras pavadas justifican nuestro silencio. En mi caso creo que el momento de mi club lo amerita. En el caso de Gontan, tal vez sea una humildad, un poco impostada que le dura hasta el primer vaso de vino tinto –disculpe la infidencia-.

La cuestión es que había que escribir y nada lo ameritaba (la selección? naaa)

Un pibe debuta en Independiente. Tiene 17 años. Le ha hecho un gol al Ajax en un partido que perdimos 5-1 a mitad de año (Independiente mandó la reserva). El diario Ole le hace las preguntas de rigor. No hay nada nuevo. Lo interesante son algunas sensaciones que se traducen de las respuestas a las preguntas gastadas.

Se llama Martín Benítez y es de Misiones.

-¿Y la primera práctica? -Ese día me salieron todas. A Hilario le clavé una pelota en un ángulo...
-Habrá sido un sueño…
-Sí. Encima, vi que Ramón y Rambert empezaron a hablar con Cristian Díaz. Yo me hacía el gil, pero relojeaba. Quería escuchar... Hasta que Cristian me dijo: “Agarrá tu ropa y zapatillas que mañana ya te cambiás con la Primera”. Fue tremendo ese momento.
-¿Y qué hiciste? -Salí corriendo para avisarle a mi mamá. Le hice sonar el teléfono y esperé que ella me llamara porque a ella le sale gratis. Lloramos juntos. No lo podía creer.

Creo que todos alguna vez deseamos algo tan intensamente, y todos hemos vivido ese momento en que el destino te mira a la cara y te guiña el ojo. Después uno fracasa o no. Nadie recordará el nombre del pibe (probablemente yo sí) o se haga millonario e ídolo. Pero que lindo ese momento, esa sensación de gol sobre la hora, que una vez cada mil años nos toca, ya sea por una mujer, un trabajo o cualquier otro logro que nos acerque a lo imposible.

El detalle de la llamada perdida lo completa.

Algo similar, me pasó, cuando leí cómo el padre de Leonel Galeano –defensor de Independiente, ahora medio relegado- hace un par de años contaba como había escuchado el primer gol en primera de su hijo. El tipo vive en Miramar y es chofer de larga distancia y estaba en el bondi. El gol fue de cabeza. Y yo imaginaba esa sensación de tumulto en el área donde el relator grita primero el gol y luego el autor del mismo. Y el tipo arriba de un colectivo, escuchando el partido de un equipo del que tal vez no es hincha como si fuese la final del mundo. Y de pronto, interrumpe la emoción de el grito de gol; tu propio apellido surgiendo sílaba por sílaba de la garganta del relator. Imagino ojos llenándose de lagrimas.

No sé, cuando el campeonato ya está terminado para mí, quise quedarme con esos recuerdos. Sepan disculpar que ambos sean de jugadores rojos. Es lo que leo con detenimiento del diario, nada más.

Por último me gustaría confesar que yo también, alguna vez sentí que llegaba a primera, y alguna otra vez sentí que hacía aquel gol. Sólo lamento no tener esa sensación todos los días. Si así fuera, sin dudas sería un crack.

lunes, 24 de octubre de 2011

El Otro Partido



Por el Mariscal Boldini

Hoy es lunes.

Todos los lunes, desde hace año y medio juego con un grupo de amigos –que son tales por el sólo hecho de compartir religiosamente esos 60 minutos semanales que implican el turno de una cancha alquilada-.

La semana pasada, habíamos perdido (mal) con los conocidos de uno de los pibes. Inmediatamente se tramitó una revancha que prometía no ser fácil –ya que si bien no jugamos mal, tampoco somos gran cosa.

Este lunes yo no jugaba, una pequeña fisura en el dedo gordo del píe derecho (hecha trabando) me lo impedía. En el medio, ingenié una excusa. Jugaba Independiente contra Banfield, por la fecha corrida por las elecciones. Iba a ver el partido del rojo al barcito de la cancha, chusmeaba lo que jugaban los muchachos y me tomaba una cerveza con ellos.

Cuando terminó el primer tiempo del rojo, el partido arrancaba. Salí y pegado a la red que forma el limite de la cancha me fumé un pucho viéndolos. La idea era volver a ver el “otro partido”. Nunca lo hice.

Me fumé un pucho atrás de otro. Y, primero poco, y después mucho; empecé a dar indicaciones. Los otros no jugaban mal, de hecho su mayor defecto es que tendrían cinco años más que nosotros –promedio- y estaban bastante más gordos…

La hago corta, ganamos. Con un gol sobre el final cuando estaba para cualquiera.

Terminé muy contento, cuando volví a entrar al bar, pasaban la final de handball de Argentina en los panamericanos. Le pedí que ponga a ver como había salido Independiente; nos comimos tres, con un par de errores en la defensa por los que me hubiese animado a putear largamente desde afuera de la cancha a mis compañeros de equipo que acababan de jugar.

Que pierda Independiente suele arruinarme un día o dos. Sin embargo volví a casa contento. Cuando me pregunto porqué; me doy cuenta de que es porque le ganamos a los Gordos. Increíble.

Así de raro es el fútbol y sobre todo el corazón de los que lo amamos. Raro, raro, raro.

Avanzo un poco más, y casi yéndome al carajo, reflexiono que Argentina es lo que es –respecto de este hermoso deporte, nada más- porqué el 90% de los pibes quisiera ser ídolo de fútbol.

De ahí en más, si alguien quiere que me trate de explicar como podría haber habido un Maradona francés. Sin intención de ofender a Platini, por ej. Lo más cercano – y muy muy lejos- es un argelino como Zidane, un tipo que supo lo que es el hambre la discriminación y que un sueño tenga cara de pelota.

Yo, como todos, siempre soñé con un gol sobre la hora besando el escudo amado. Y, del mismo modo, supe claramente porqué no. Hoy pensaba –pegado a la raya fumando un pucho, sufriendo para un “Paso a Paso” imaginario- si algún día podría dirigir aunque sea unas inferiores de un club barrial marplatense.

Rapidamente, me doy cuenta de que no me veo.

Sin embargo, creo que cada una de las cosas que hago “bien” –que son sólo algunas-, tienen ese sentimiento.

En pocas palabras.

Aquí, al menos, Se Vive Como Se Juega

Que cada cual salga a jugar su partido.

jueves, 20 de octubre de 2011

Sueños de Libertad



Por el Mariscal Boldini

Gasto escasas palabras para lo siguiente. Grondona sigue. Nadie quiere a Vila. Pero por algún motivo en mucho tiempo había en el aire la sensación de que al Don algo malo le podía pasar.

Dos reflexiones breves al respecto.

A) Creo que es un hecho. El cargo con el que Grondona se hizo en 1979 será vitalicio. Dicho de otro modo, lo va a dejar con los pies para adelante. Y no lo digo pensando que vaya a ganar la próxima elección. Sino en que no le queda mucho tiempo y por suerte no deja ningún heredero fuerte; más allá de los muchos mandos medios (léase por ejemplo gente como Norai Nakis, presidente de Deportivo Armenio y a su vez constante candidato a presidente de Independiente, entre tantos otros). Y si bien corruptos nunca faltan deberán primero pelearse entre ellos, debilitando por lo menos tanta hegemonía organizada.

B) Creo que es una deuda pendiente de este gobierno hacer lo que hizo en el ámbito de los derechos humanos, en otros terrenos, como éste, donde lo obsceno de la corrupción y amoralidad es difícilmente disimulable.

Sería un verdadero placer –cada vez más lejano- verlo a este hombre, aunque más no fuese, viejo y repudiado, aunque más no fuese, con la condena social que le corresponde, ya que difícilmente le llegue la legal. Sin poderse sentar en un restaurant. Sin poder caminar por la calle o –que bello- sin poder entrar a un estadio de fútbol.

En otro tiempo nos vendieron, que había grises buenos –que había corruptos que le hacían bien al país o cosas por el estilo-; por suerte suena estúpido hasta escribirlo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Ficción vs. Realidad -por penales-



Por El Mariscal Boldini

Hoy quiero recomendar dos libros (no soy nada de Gerardo Rozin). Los dos vinculados al fútbol. Uno nuevo, y otro que si bien tiene año y medio de publicado, se vuelve muy actual a la luz de un par de sucesos y otros que inevitablemente prometen sucederán.

El primero. El querido Sacheri publicó en agosto una nueva novela. La trama es impecable. 4 amigos. Uno de ellos muere. El tipo no dejó guita. Antes de morir invirtió una abultada indemnización en el pase de un jugador que fue promesa de un sub 17 olvidado. Hoy el pibe no triunfó, tiene 20 años y juega a prestamo en un equipo de Santiago del Estero y la plata parece perdida para siempre en cuanto Platense lo deje libre. Los amigos del difunto intentarán venderlo. Pero, cómo? Hay que hacerlo jugar bien, y ellos tienen que convertirse en improvisados empresarios. Todo para salvar la única herencia que el fallecido dejó a una pequeña niña (que temen deje de ser hincha de Independiente).

El autor es del rojo y se nota, lo cita bastante, muy buena la parte en que los amigos intentan explicarle a la nena que Maradona cuando era chico era de Independiente y que admiraba profundamente al Bocha!!!

Las descripciones del mundo futbolero, del grupo de amigos y demás son una delicia. Los personajes y su porteñidad.. Uno de ellos, mi preferido, El Ruso, tiene un lavadero de autos en zona oeste, que no va ni para atrás. Los días de sol va tarde a trabajar. Pero los días de lluvia, va temprano, porque lleva la play station y arma con los empleados torneo.

En fin, mientras lo leía –de un tirón- me acordaba de varios amigos a quienes hubiese sido oportuno regalárselos. Más barato me resulta recomendárselos.

El segundo, es La Doce, de Gustavo Grabia. En su momento me resistí a leerlo, por su bosteridad. Pero el día que disimuladamente lo agarré, no lo pude largar. Grabia –que sabe mucho- historiza las movidas de la barra y es impecable. Se lee como si fuera El Padrino, de Mario Puzzo. Uno va viendo auge y decadencias de determinados tipos, de cómo van consolidando poder con gestos o ataques a hinchadas rivales y entre ellos mismos. Cómo toman fuerza cuando la política comienza a reclutarlos. Todo esto sucede con el fútbol como telón de fondo.

Por ejemplo, se dice que el partido desempate que Estudiantes le gana a Boca, se jugó en cancha de Velez y no en la de Racing –como en ppio estaba planeado- para salir de la jurisdicción de provincia donde al Rafa se le aplicaba derecho de admisión.

En medio de todo esto van apareciendo los actuales capos de la barra, Mauro Martín, su rival, el recientemente baleado en Cocodrilo, el Uruguayo Richard; y varios más.

La historia del Abuelo es digna de una buena película de mafia yanqui. Su ascenso, su relación con la selección campeona del 86. Su auge. Y su triste final.

Una de las cosas que marca Grabia es que cada capo que reemplazó a otro, se impuso a través de ser más violento. Si fuera un libro de narrativa seria simplemente genial. Lo vuelve actual, la reaparición en escena del Rafa Di Zeo, que desde hace un tiempo está queriendo recuperar el lugar que dejó al ir tras las rejas. Hubo banderas del tono “Rafa Botón” en el partido amistoso de Boca y Estudiantes en Catamarca del último fin de semana y promete haber un capítulo con mucha acción el próximo domingo cuando en la Bombonera Boca enfrente a Belgrano –con cierto animo festivo, por ser el pirata, el último verdugo de River.


En fin, a uno, que le gusta el fútbol y le gusta paladear historias que lo rocen, que se queda viendo a la madrugada la película en la que Stalone va al arco, mientras Pele y Ardiles juegan un partido a muerte con los Alemanes, que sueña con gambetas heroícas no realizadas en el cesped sino en la vida; con ese tipo de especímenes, quería compartirlo.

jueves, 6 de octubre de 2011

Red Social Fútbol Club



Por Pechito Gontán

Mi DNI dice que nací en 1977.

Un 14 de Septiembre, a las nueve de la noche.

Mientras me cacheteaban las nalgas a modo de bienvenida, Boca ganaba la copa Libertadores. El mito familiar dice que mi viejo, apenas chequeó que el nene era sanito, se fué a festejar con los muchachos hasta entrada la madrugada.

Lo importante en este caso no pasa por ahi, sino por la fecha de mi nacimiento.

El dato de Boca y la Libertadores no tiene nada que ver con el tema que sigue, pero siempre que puedo lo meto, solo porque me encanta. Ya lo hice en otras oportunidades en este sitio, contando exactamente lo mismo, cual anciano senil atormentando a su nieto con relatos repetidos e inconexos.

Decía que el tema que me interesa, arranca con mi venida al mundo. Y como, a partir de entonces, algunos avances tecnológicos fueron transformando mi vida y la de millones de almas hasta hoy mismo. Unos 34 añitos llenos de novedades.

Siento, como seguramente muchos que tengan mas o menos mi edad, que soy parte de una generacion que creció viéndose obligada a incorporar muchas novedades de repente, apenas superada la niñez.

Con un pie todavía en la vida analógica, otro intentando pisar el futuro digital; y el culo cada vez mas lleno de preguntas.

Conozco pibes de veinte que no conciben el mundo sin cámaras digitales, pantallas táctiles, o Mercado Libre. Muchísimo menos, sin Internet. Cuando llegaron, todo eso ya estaba ahí.

Mi viejo tiene 63 años y lo único que sabe hacer con una computadora es mandar un mail. Y lo hace casi por obligación, ya que no le interesa saber nada mas al respecto. Tampoco nunca escuchó a los Stones, y no me puse a llorar (?).

Yo todavía no le había visto la cara a Dios cuando a los 14, me senté frente a mi primer computadora. Gracias a ese temprano acercamiento, me fue fácil aprender cuestiones básicas sobre el tema, e ir actualizándome mas o menos cuando tocaba hacerlo.

Por supuesto, la novedad estrella era, o iba a ser, por encima de cualquier otra, Internet.

Mails, buscadores, mercados virtuales, chat, juegos en red, música, cine y pornografía gratis. Básicamente, eso era casi todo lo que Internet tenia para ofrecer. Una locura.

Con el tiempo, y a un ritmo cada vez mas frenético, fueron apareciendo novedades dentro de la novedad. La cosa se ponia algo mas compleja con la irrupción en escena de blogs, Facebook, y demás "redes sociales".

Internet 2.0, la llamaron los cráneos a cargo.

Me acuerdo que un compañero, alla por comienzos de 2005, me habló por primera vez de ese 2.0, algo que a mi solo me remitía a cilindrada de motor.

No le presté mucha atención. Tal vez porque hacía ya un tiempo, me había abandonado aquella voluntad de aprendizaje que solía acompañarme a los catorce años. Tampoco creo que haya ayudado a tomarme el asunto muy seriamente el hecho de que el muchacho en cuestión, me explicaba el tema mientras intentaba realizar una compleja posición de yoga, con su cuerpo invertido verticalmente, en el piso de una sala de edición. En fin.

A pesar de esto, al poco tiempo decidí sentarme a ver de que iba la cosa.

Incluso antes de entender con claridad el funcionamiento de una red social, o que tanto me beneficiaba participando en el chiste, ya tenía yo una cuenta en Facebook y otra en Flickr. Fácil.

Poco después, allá por Enero de 2010, junto a mi gran amigo Boldini, nos abrimos un blog. Para poder venir por aca, cuando y como se nos de la gana, a hablar de fútbol.

Así fue como nació este humilde pero acogedor sitio, desde el cual me permito escribir estas incoherencias.

Claramente, ya me sentía parte del universo 2.0 (?). Este blog , solito, justificó (y lo sigue haciendo) esto de seguir insistiendo.

Aunque tal vez parezca que en esta ocasión lo haya olvidado, este sigue siendo un blog de fútbol.

Se que, a simple vista, esta historia repasando los grandes momentos (?) de mi relación a través del tiempo con las nuevas tecnologías, tiene menos fútbol que una ojota. Créanme que entiendo su confusión.

Pero pido paciencia, y dos minutos mas. Sepan que voy a algún lugar con todo esto, y aunque cueste creerlo, en ese lugar hay algo de fútbol.

La cuestión es que, cuando ya tenía todo resuelto, apareció (al menos para mi, en ese momento) otra novedad reclamando atención: Twitter.

Ahí esta el límite, pensé. Me pareció estúpido seguir corriendo detrás de cada nueva versión, siempre mejor que la anterior. Cansado de hacerme el moderno, decidí que lo mejor era quedarme donde estaba.

Escuché muchas críticas desfavorables sobre el tema, con argumentos bastante convincentes. Incluso había quienes llegaban a afirmar que tener Twitter era medio de puto.

Eso, dado el hecho de que soy bastante putito (?), no hizo mas que aumentar mi curiosidad al respecto. Casi en secreto, fuí y me abrí una cuenta. Sin la menor idea de cómo hacerlo funcionar, esta vez mas que nunca.

No se que me daba mas vergüenza. Si la idea de confesar “tengo Twitter”, ante los fundamentalistas que sentía estar traicionando , o el hecho de reconocerme completamente inútil en cuanto a su correcta utilización.

Seguí sin lograr avances durante unos dos meses. Ya casi convencido de haber cometido un error, a punto de asumir mi primer fracaso en el mundo virtual.

Hasta que el Viernes pasado, sucedió algo que me hizo cambiar de opinión.

Eran casi las cinco de la tarde, y la falta del jugador numero doce hacia peligrar el tan esperado partido de futbol 6 de cada Viernes por la noche.

Sin esperanza alguna, escribo (tuiteo) que necesito alguien que quiera jugar un partido, ese mismo dia, a las nueve de la noche.

Al rato, ante mi total sorpresa, ese alguien contesta ofreciendo su participación.

Este tipo, un completo desconocido con nombre de fantasía en su cuenta (@AlVaarVaanVaart), me da su teléfono para que lo llame, así arreglamos lugar y horario del partido.

Cuando lo llamo, me presento como “el del partido de Twitter” (?), a lo que el tipo, inbcreíblemente, contesta: pero Mati, vos sos pelotudo? Soy yo, Alvar!

Era Alvar nomás.

No importa quien es Alvar, ni de donde lo conozco, o hacía cuanto no lo veía. Lo increíble es que no era ningún desconocido de Twitter. Y que el sabia que yo era yo, pero yo no tenía idea de que el era Alvar, el único Alvar que conozco.

Al final vino a jugar Alvarito, un fenómeno. Jugó en contra mío y la descosió.

Me había olvidado lo bien que jugaba, y que una vez me contó que había aprendido a gambetear esquivando piedras en los ásperos potreros de Trelew. Un grande.

Esto simple suceso, tan maravilloso, vino a darle sentido a mi estupida cuenta en Twitter, a devolverme la esperanza, a transformar la vergüenza en orgullo (?).

Y eso que todavía no se bien como se usa esta novedad *

Si sirvió para que ese partido se pueda jugar, ya valió la pena.

Todo lo demás es tocuén. Ya saben lo que es tocuén.

Juro que esta es la última novedad a la que me subo.

Y que la próxima vez que venga por aca, solo voy a hablar de futbol.


* No puedo dejar de destacar y agradecer la noble tarea que día a día realiza gente como @laninasanta o @RusaRusita, para ayudarme a vencer mi ignorancia tuitera. A ellas, grandes amigas, dueñas de la mas absoluta paciencia, va dedicado este humilde relato.

sábado, 1 de octubre de 2011

Vos porque no lo viste



Por El Mariscal Boldini

Como corresponde, ya me estoy preparando para cuando sea viejo.

Y entre tantas cosas que ya creo que van a ser mis mañas y rompepeloteces de viejo –de mierda-, hoy tuve la certeza de que un tema va a ser recurrente en mis progresivamente seniles diálogos .

Trabajando en la compu, tenía puesto de fondo el programa Planeta Gol, que recopila goles, rarezas y patadas del mundo. En medio de un referí al que le roban el auto en medio del partido y un juez de línea que pierde el peluquín de un pelotazo; veo a un brasileño petiso y ya medio gordito jugando al fútbol con los ojos vendados, clavándola indistintamente en uno y otro palo de un arquero vidente. ERA ROMARIO; inaugurando los Juegos Olímpicos para Personas con Discapacidad.

En mi vida he sido víctima varias veces de los viejos que recurrentemente contaban las anécdotas de otros cracks e insistían que uno no podía imaginárselo (a Corbatta o a Houseman) por no haberlos visto. “Y en esa época no había televisión!!”. “Además el fútbol cambió mucho, hoy a los dos partidos está en Europa”.

Bueno, hoy decidí o me di cuenta, que así seré yo con el Chapulín. Un animal del área. Un tipo que desde su actitud te trasmitía que estaba en la cancha sólo para meter un gol, no iba a hacerte un relevo, pero tampoco te iba a perdonar con la pelota en los píes. Un artista. Sereno, con el pique corto, haciendo lo justo y necesario, lo ves con la del Barza entrando en diagonal al área y poniéndola precisa junto al palo; o metiendo el típico puntinazo seco que infla la parte alta de la red. Y siempre a cobrar.

Creo que una de las claves de su magia o de mi admiración, es que –como el Diego- nunca parecieron atletas del deporte ni mucho menos. Sin embargo no cabe duda de que lo eran. ¿En qué eran distintos? Si uno lo pudiese definir, los yanquis ya estarían haciendo clones que les permitiesen llegar a semis. Al igual que con los trucos de magia; hay que saber dejarlo ahí.

En fin, viejo y orgulloso, podré decir que los he visto. A algún pibe de los que nacieron después del mundial 90, cuyos ídolos son jugadores de moda, con los nombres cambiados por la play, hijos de mundiales sin “Héroes”.

En la próxima entrega: cómo explicarle a un hijo la sensación palpitante de esperar un pique del Cani vestido con la celeste y blanca (tras un pase de Diego).

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Rústico


Dedicado a Santiago “El Samurai” Sttudert

Por El Mariscal Boldini

Cómo ya es costumbre, nos gusta chorear a Sacheri –demostrarle algo de admiración y de que a veces escribe lo que a uno le gustaría escribir, en fin. Hay un cuentito corto, que se llama “Ultimo hombre”, aquí, el primer párrafo.

López había cumplido siempre. Había ganado y perdido, cosa por cierto evidente. Pero jamás había abandonado su puesto. Jamás había sacado el cuerpo por cobardía. Jamás había temido hacer un sacrificio. Era un back enérgico y silencioso, lector de buenos libros. No le molestaba jugar de último hombre. Ni que la pelota estuviese, en sus pies, eternamente de paso. Hacía el quite, buscaba con la mirada a los vociferantes mediocampistas, y se la sacaba de encima con algo de premura y una cierta mácula de torpeza. No se sentía menos por ello. Sabía que, sin su presencia allí, en el fondo, el equipo podía venirse en picada, por más que los delanteros se florearan con toques y gambetas. ¿No había sido una catástrofe, acaso, aquella segunda rueda el otro año, cuando él había estado parado por la operación de meniscos? Al técnico casi lo internan del disgusto: los contrarios se hicieron festines memorables. La defensa, sin él, era un colador endemoniado, un puente cándido por el que podía pasar hasta una anciana en muletas y llegar cara a cara con el arquero.

Después de leerlo, sentí que varias caras podían encajar en la descripción exacta que el gran Sacheri hace de López. Entre otras, la mía. Desde chico supe -primero y principal- que no era habilidoso (algo, que como la verdad, uno descubre en dos segundos). Más allá de eso y con cierto amor por el fútbol, siempre me gustó verlo. Y el fondo de la cancha siempre fue un buen lugar. Así con cierta rusticidad, también hubo un trabajado aprendizaje táctico, un gusto por el corte, el anticipo, la barrida bien sincronizada. Bellezas para antifutbols como alguno de nosotros.

Uno de esos antifútbol –a quien se dedican estas líneas más arriba- fue el primero a quien fui a mostrarle orgulloso el cuento de López. El tipo, fiel a su estirpe de central áspero. Lo leyó, sopesó y no dudó en dictaminar que Sacheri se equivocaba.

Resulta que el cuento continúa. Una noche, López sale jugando, elude a un par, se engoma, tira una pared y va en busca de un cabezazo goleador; sintiéndose entonces libre y vivo. Mi amigo no lo perdonó. Los López –somos muchos, muchísimos- somos felices como estamos. FÚTBOL ES TODO!, y quien ama el fútbol lo disfruta a su manera. Si bien se gana con goles, no sólo de gol vive el hombre.

Ayer a la noche encontré en mi casilla un mail de mi amigo, que no escribe mal, ya se verá; con una lista -en respesuta a Sacheri- de sus placeres defensivos:
la destrucción, la demolición del desarrollo del delantero, esa inminencia trunca, la posibilidad desbaratada, el acontecimiento del salvataje. Sin contar la violencia gratuita, el carácter desubicado (Domínguez empujando a Ronaldinho como si fuera un pendejo de 18 años; sabiendo que no puede dejar el caballo por más vértigo que pique), la sencilla fealdad, la boca sucia, etc.

Para terminar me gustaría citar al más grande, según mi viejo y mi tío; tal vez el SR LOPEZ (el mariscal Roberto Perfumo). Le preguntaban cuántos goles había hecho en su carrera. Pensó brevemente, dejó que la bocha pique y salió al cruce: “porque no me preguntás cuántos evité que se hagan”.

PD: para zafar del reto de otro Lopez, pero femenino, debo cumplir en decir que Chicha juega al fútbol con unas amigas, y desde el primer día juega de dos. Debo confesar que la he visto flaca, alta y concentrada seguir con la mirada una jugada, esperando el momento justo para el cruce. Sonreí, por algo nos entendemos tanto.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Chanchos -demasiado- Gordos


Ayer jugaban Argentina y Brasil. El partido dejó poco, un par de palos, la bicicleta del brazuca, el pibe Canteros –doble 5 de buen pie con la casaca N° 10- y una noticia que se repite.

Cuando entró la gente de las Hinchadas Unidas Argentinas, hubo silbatina general. Lejos de creer que todo es tan sencillo o maniqueo; sólo quiero marcar que antes no pasaba. Algo se ha roto, la gente habla.

Seria lindo –y digno de inteligencia- ya que la mira se ha puesto en esa dirección, preguntarse también quien está detrás de las barras. Es decir, quien da de comer al Chancho –tan abundantemente!!!

PD: recomendamos leer “La Doce” de Grabia, llamado por algunos el tipo que más sabe de Barras, de la Argentina.

jueves, 8 de septiembre de 2011

No todo cambio tanto



Un grupo de hinchas le dice a otros que aman más la plata que al club. Ayuda a no sentirse tan solo.

martes, 6 de septiembre de 2011

BOCA y boquita



Por Pechito Gontán

Soy hincha de uno de los dos clubes mas grandes y populares de Argentina.

Escucho con frecuencia esto de que ser hincha de Boca, o de cualquier grande, es facil. Cualquiera es de Boca, dicen.

Como si ser de Boca, Ferro o Temperley fuese una eleccion logica, previamente analizada y madurada durante años.

No hace falta ningun estudio estadistico ni encuesta popular para determinar lo que todo hincha medianamente enterado ya sabe: casi nadie decide cual va a ser el club de sus amores siendo ya un adulto habilitado a pensar y opinar por si mismo.

Aprovechando la inocencia de nuestra niñez, nuestros padres, algun tio, vecino o equipo exitoso del momento, nos trasladan su pasion, la que sea. Al principio la aceptamos sin saber muy bien de que se trata, solo entendemos la irrevocabilidad del asunto. Hasta que un buen dia, empezamos a sufrir o disfrutar viendo un partido. Ahí la cosa ya se vuelve personal, y será para siempre.

Yo soy de Boca por mi viejo, que nació y creció en el barrio. Yo tambien nací y crecí por estas lados, en 34 años, mis cambios de domicilio nunca se alejaron a mas de cinco o seis cuadras de la Bombonera.

Al principio no me resulto nada facil ser bostero. Fui a la cancha religiosamente, a todos los partidos, incluso de visitante, del 92 al 97. Cualquiera que tenga mas de treinta y un poco de memoria, sabe que no la pase nada bien por aquel entonces.

A partir del 98, y hasta el 2003 mas o menos, segui yendo, aunque casi siempre de local. Eso si fue facil, claro, siempre es fácil festejar. Lo imposible, y mas también, sucediendo y durando años imborrables, tal vez irrepetibles. Se sabe.

En esa etapa, empecé a ir con mi viejo a la nueva platea preferencial, Esas que construyeron debajo de los nuevos palcos después de tirar abajo los viejos tres pisos con la torre en el medio. Esto fue un par de años antes del 98, cuando empezamos a ganar todo. Hasta entonces, siempre iba con mis amigos del barrio a Socios, abajo de la 12.

No creo que haya mejor lugar para ver el partido en toda la Bombonera como esa platea, en la segunda fila, justo en el medio de los bancos de suplentes.

Deslumbrado por mi nueva ubicación de privilegio, no me di cuenta de que en ese exacto momento y lugar, estaba naciendo una nueva clase de hincha de Boca. El peor espécimen de los 90’s, que hasta entonces no tenia lugar donde sentar su culo VIP. Tipos que no entendían absolutamente nada de futbol, que venían a mostrar el nuevo modelo de celular y a su gato de turno. Que se sabían los nombres de dos o tres jugadores. Que opinaban, gritaban ridiculeces, y no paraban de comprar cocas y panchos que dejaban por la mitad.

Para ellos, Boca habia nacido en el 97/ 98, tenían todas las versiones de camisetas Nike, y se iban cinco minutos antes de que termine el partido para no cruzarse con los negros que los hacian cantar durante el partido.

No sabian quien carajo era Soñora, Comas o Stafuza.

Para ellos Boca no era Boca, era Boquita.

Jamas escuche a mi viejo, o a cualquier amigo de esos que iban conmigo a Socios, decir “Boquita”.

No me vengan con Boquita, no se que es eso. Yo no soy eso.

Yo soy de Boca, el mas grande de todos.

De eso no hay dudas, no perdamos tiempo con encuestas al pedo (?)

Perdón, a veces me cuesta mantener la seriedad.

Un saludo al Mariscal, que ya extraña al Turco. Siempre con respeto, claro.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Aprendizaje


Noche rara. Me quedo en la compu como esperando la confirmación de una muy mala noticia. La ultima publicacion de CC fue sobre el Turco Mohamed y una banca personal, que parecía avisorar el ruido de las termitas comíendole la base. A esta altura parece que es un hecho que se va, y hay quienes dicen, no sin motivos, que Comparada le mandó la barra. Varios medios lo dejaron en claro o lo insinuaron. No envano todos recalcaron que los que le cantaron fueron la barra, la misma que hizo callar cada canción en contra de los dirigentes durante el partido.

Es raro, será que me estoy haciendo más viejo. Que me vuelvo esceptico. De un modo obvio y estupido no puedo dejar de desear cada vez que sale a una cancha que Indepediente gane el puto partido. Sin embargo, tengo la sensación –casi certeza- de que nada bueno puede salir de esto. Es demasiado turbio todo.

No estoy descubriendo nada. Calculo que desde que el fútbol es multitud algún piola descubrió que era un buen negocio. Pero como en todo hay gente que cree que el mejor negocio es armar algo que funcione, otros en cambio arman solo la fachada, un día se van y te dejan con un montón de deudas. Lo primero es más difícil.

Hace unos días que me estoy preguntando porqué Comparada cuando vendió a Agüero, y la vida económica le sonreía, se le ocurrió tirar el estadio abajo y hacerlo nuevo. Qué pedo atómico tenía? Qué maravilloso ácido lo animó? En que sueño irreal esa era un decisión que iba a favorecer a la insitución???

Llegado a este punto, el hincha APRENDE. Ojo, no aprende a evitar situaciones como estas, no aprende a evitar quedar atrapado en ellas. No. Aprende como es la vida. Aprende que cuando vos desearias que a toda esa manga de hijos de puta les vaya mal, pero muy muy muy mal; ese mismo deseo es contradictorio, porque el miércoles voy a querer que ganen. Y uno se descubre, entonces, tristemente prisionero, por siempre.

De una pasión, que uno no domina.

Por si hiciera falta algo, en diciembre hay elecciones, y la oposición es todavía peor.

viernes, 19 de agosto de 2011

Gordo, Vago, Inteligente

CONTRADICCIONES

Durante mucho tiempo sostuve -como tantos- y sin cuestionármelo que el populacho que forma un grupo de hinchas no piensa. Que son enajenados, consumidos por una pasión que entiendo, pero que poco de lo que expresan refleja la realidad.

Bueno, desde hace un tiempo lo dudo.

He comenzado a ver que cuando se putea o se adora a un jugador desde atrás del alambrado, es por algo que ese jugador tiene; ya sea el pecho muy frío o la sangre muy caliente. El hincha, enardecido, enajenado y contradictorio; entiende esto, lo ve lo siente –entre otras cosas porqué realmente le importa.

Y hoy simplemente quisiera decir que se equivoca poco.

Para otro momento queda analizar los motivos, por los cuales muchas veces nos venden fruta podrida, ya sea los intereses de los poderosos, los periodistas que tienen que llenar horas de aire o el gigantesco negocio que el fútbol supone, yo creo que es un poco de todo.

El ánimo popular, el sentido común, la irritación que se respiró en el aire durante una semana, frenó lo que ya “era un hecho”, como lo era ese mal viaje del campeonato federal de 38 equipos.

Agreguemos que a muy poca gente le convence Sabella, y más allá de la persona, el modo de su elección y los motivos detrás de ella.

Ese hombre (o mujer) emocional, sacado, exitistista y cambiante; suele ver bastante bien las cosas, saber lo que corresponde, lo que quiere.

Como hincha del rojo me pasó el campeonato pasado. Independiente venía de perder con Arsenal y River, se complicaban los promedios y había rumores, etc. Todo pintaba mal para Mohamed. Se jugaba contra Godoy Cruz de local por la copa. Perdimos 3 a 1. Yo tenía la clara sensación de que sin el Turco nos hundiríamos definitivamente, pero temía y mucho la reacción del hincha que caliente frente a tanta derrota lo dejara de patitas en la calle. La gente coreó al DT todo el partido pidiendo por su continuidad. Ya no era necesario que el presidente le diera confianza, ni mucho menos. La banca era de la que importa.

Hoy leo y me preocupo, que nuevamente Mohamed se podría ir. Lo ponen en duda si no gana el miércoles la Recopa contra el Inter. La realidad es que a un par de esos hombres que manejan al fútbol vestidos de traje –dirigentes- les molestaron las declaraciones en las que el Turco, decía que era al pedo traer a un 9 –cosa que pidió y pidió- después de haber jugado ya dos finales y que Lanus evidentemente tenía una chequera más grande. Todo absolutamente cierto.

Qué quiero decir? Primero; que lo banco. Es gordo, vago e inteligente (mezcla importante si las hay). Por otro lado, en su tipo al que pareciera sentarle bien tener todas las de perder, desde ahí arranca –pocos lo saben hacer-. Y después, banco mal y cada vez más la sabiduría oculta de esa masa irracional, términos aparentemente contradictorios, que no lo son tanto.

sábado, 6 de agosto de 2011

La Historia Sin Fin



Por Pechito Gontán

Ayer se jugo la primera fecha del Apertura 2011, el campeonato de futbol argentino mas extraño de todos los tiempos.

Desde que nuestro futbol se hizo profesional, alla por 1931, cuando los jugadores lucian mas viejos y asperos que los de hoy, sin dudas han sucedido cuestiones de lo mas raras y controvertidas.

Aunque nunca tan increíbles, tan nefastas; como las que tocan ahora mismo.

Este torneo va a ser distinto, y seguramente mucho menos emocionante que cualquier otro anterior. Por una simple y evidente razón: River se fue a la B.

Sobra cualquier intento de explicación, esta demasiado claro que esa es la principal causa que hace de este torneo, el mas extraordinario y desconcertante de la historia.

Como si eso no fuese suficiente novedad, desde la AFA intentaron implementar algo casi tan improbable como el mismísimo descenso de River.

Durante mas de una semana, tras la aprobación de una comisión directiva compuesta en un 90% por mulos del Gran Jefe, nos hicieron creer que dentro de un año íbamos a tener un campeonato de 38 equipos, sin descensos a la B y con 16 equipos ascendiendo a Primera.

En el medio del quilombo, le dieron salida a Batista., de forma desprolija y por ciertos momentos humillante.

A todo esto, Bilardo seguirá careteando su ridícula función de director, coordinador o como carajo se llame su cargo, de Selecciones Nacionales. Y encima, metiendo a su pollo como DT.

Unos días antes, Grondona se encargo de hacerle saber al técnico que todos pedían para la selección que su tren ya había pasado; a través de la prensa, claro.

Cagandose en la clarísima elección de la mayoría de los hinchas, que pedían y seguirán pidiendo a Bianchi en el banco argentino.

No importa, todo pasa.

Nunca me dio tanto asco el futbol. Ya no me importa si River esta en la B, ni cualquier cambio de planes a favor o en contra suyo o nuestro, por mas bostero que sea.

Lo peor de todo es que el Domingo, cuando Boca salga a la cancha en Bahia, me voy a olvidar de todo esto y volveré a ser el pelotudo de siempre, que solo se preocupa por lo bien o mal que le va a su equipo.

Esa pasión tan inocente como irrevocable, que se renueva cada vez que vuelve a rodar la pelota, anula la razón y posterga cualquier protesta.

Me duele que algo tan autentico, tan jodidamente maravilloso como el simple placer de volver a ver futbol, sea a la vez lo mismo que nos haga mirar para otro lado, hasta la próxima.

Eso es lo que hace que todo siga pasando.

martes, 2 de agosto de 2011

Leyendas urbanas


Hoy a hace 7 años, se murió de un paro cardíaco el Pato Pastoriza.

Su gloriosa historia me había sido indiferente, los suponía un gran 5, obvio, DT del rojo y recordaba su trágico final, no mucho más. Por algún motivo al ver la noticia, me meto a buscar información, encuentro algún video, homenajes y un par de anecdotas.

Entonces me doy cuenta porqué había escuchado tantas veces su nombre en boca de gente más grande, vieja y futbolera. Aparecen las pinceladas de la leyenda. De esas leyendas que están ahí desde hace mucho, parte de la cultura popular, esperando que uno quiera dignarse a detener la atención sobre lo que ya miró mil veces sin ver nada.

Recuerdo a mi viejo, hincha de River, quien antes de mencionar al Pato Pastoriza, hacía una pausa. Quería dejar en claro que el “QUÉ JUGADOR” que proseguía no alcanzaba a expresar lo que era ver al tipo en cancha.

Busco imágenes. Encuentro un cuento de Sacheri, siempre que encuentro algo de él me gustaría copiarlo y pegarlo directamente.

Habla de la final del Nacional 77 en Cordoba. Independiente –dirigido por el Pato- con 8 jugadores en cancha, le logra empatar 2 a 2 a Talleres y sale campeón. El 2 a 1 de Talleres había sido con la mano y el arbirtro expulsa a tres del rojo.

Y me viene la imagen de mi tío Hugo –gallina mal- diciendo entre vino y picada que ESE era el partido con más huevos que había visto en su vida. Los jugadores se querían ir, y Pastoriza los metía en la cancha y los manadaba a ganar.

Se cuenta también, que tenía una pizzeria, que le gustaba el tango y la noche, que dirigió la primera huelga grande y en serio de futbolistas agremiados en 1972, que no se lo perdonaron nunca y que se tuvo que ir a jugar al Monaco, donde el principe Raniero lo adoraba.

En fin, mitos, fantasmas urbanos muy porteños y simpáticos, que caminaron sin mapas un camino que otros todavía buscan. Houseman, Nicolino Locce o el Polaco Goyeneche.

No se quien decía (le queda bien al Polaco) que el Tango siempre te está esperando y en algún momento de la vida, te llega. Algo de eso hay.

Por último, parece que al Pato lo querían todos.

jueves, 28 de julio de 2011

Todo pasa, las pelotas.



Por Pechito Gontán

Me empezó a interesar el futbol, de verdad, a partir de los 11 o 12 años, mas o menos.

Antes de esa edad, me acuerdo de lo mucho que me aburría sentarme con mi viejo a ver en la tele los noventa minutos que duraba cualquier partido. No entendía de que manera algo asi podía llegar a ser entretenido. Mucho menos la euforia o angustia demostrada por mi padre, según cual fuese el resultado del evento.

A esa edad todo cambiaba violentamente, claro.

Tanto como para que un año después, a los 13, ya me empiece a creer que me las sabia todas. Incluso en cuanto a cuestiones hasta el momento completamente desconocidas, como sexo, drogas, mujeres y, por supuesto, futbol; entre tantas otras.

El asunto es que, en ese momento, estaba listo para comerme al mundo. Para salir a prepotear lo que toque.

Tengo 14 años, es 1992, todo esta a punto de suceder.

Ese año me hice socio de Boca.
Ese año fui por primera vez a la cancha. Boca – SM de Tucuman, gol de Benetti y campeonato después de once años.
Ese año fuimos a un sauna del microcentro con diez amigos, y debute con una mujer exótica (?) llamada Namir.
Ese año fui uno de los mejores alumnos de mi curso, y me dieron un premio de cartulina por eso, en Diciembre.
Ese año fume porro por primera vez en mi vida.
Ese año me rompieron la nariz, también por primera vez, en una pelea despareja.
Ese año se murió mi mamá.
Ese año no entendí nada.
Ese año, en Septiembre, cumplí 15.

A partir de entonces, entre tantas cuestiones sin dudas tanto mas importantes reclamando mi atención, apareció el fútbol. Y un amor ridículo y absoluto por mi equipo.

Años de pasión. De gloria y sufrimiento, termeándola de local o visitante, de amor terrorista a la camiseta, de inocencia y negación absoluta de cualquier forma de sentido comun.

Aunque nada de eso haya alcanzado para terminar reconociendo el grosero negocio que sin dudas existe detrás de tan evidente farsa, siempre queda lugar para seguir creyendo. Se suprime cualquier forma de inteligencia, no cuesta nada. Un mal necesario, y hasta hoy aceptable.

Porque hasta hoy, en lo que a FUTBOL ARGENTINO respecta, venía creyéndome esto de que había ciertas cuestiones intocables. Que marcaban el limite de lo que realmente valía la pena respetar, aunque sea con el ultimo resto de justicia. Lineas que jamas tendrían que cruzarse, de repente se empiezan a correr.

Parece que no existe nada imposible de negociar. Por mas apestoso que resulte, todo tiene su precio.

Me dan ganas de no ver mas fútbol. De abandonar.

Y de volver a aquella inocencia de 1992.

Esto apesta, y no se como sigue.

Aunque el Domingo que viene, seguro vuelva a la Bombonera.

lunes, 25 de julio de 2011

De Títeres y Payasos




Por el Mariscal Boldini

Dirigió brevemente a Godoy Cruz en la B Nacional. Luego salió campeón olímpico con el sub23.

No hizo demasiado para llegar donde está. Tampoco hizo demasiado para quedarse.

La verba maradoniana lo equiparó con Piñón Fijo.

Nunca me gustó, pero hoy lo veo y siento que es una víctima de Grondona, peón de ajedrez que es mandado al muere para dar píe a una nueva “movida”. Obviamente el saco le quedaba grande.

Probablemente hoy a la tarde, en reunión de la AFA, se sepa su final.

Una cosa me llama más la atención y no quise dejarla pasar. Hoy en la misma reunión, se discutirá si a partir del año que viene se fusionan la Primera A y la B Nacional. La movida es tan tirada de los pelos como posible. Tiene que ver con que a fin de año hay una elección presidencial en la AFA con la presencia de Daniel Vila -el dueño del canal América y amo de Fantino- queriedo serruchar el piso. Y el Don quieríendo asegurarse los 20 votos de los equipos del Nacional B.

Todo sin disimulo y en la porpia acar del hincha. Otra vez Don Julio juega arbitrariamente con mi pasión.

Ya he escuchado a algunos quejarse y decir un par de cosas. Lo que no entiendo es como se discute si es buena o mala la idea sin tener en cuenta su origen, que empaña todo.

Lo peor es que tengo la sensación de ya haberlo vivido. Los chanchuyos, mezclados con una total ausencia de vergüenza para aunque más no sea disimularlos.

El deja vu, viene a mi mente, y 10 años se patentizan. Tres palabras: DECADA DEL 90.

PD: ...para el que no la vio, la tapa del martes...




viernes, 22 de julio de 2011

Me diste en oro un puñado de amigos




Por el Mariscal Boldini

Frente a la ceremonia ritual de la “pisadita” que antecede a cualquier picado barrial; el querido Manuel Mandeb, observó que sus decisiones, a la hora de elegir a sus compañeros de equipo, no siempre recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de vaya a saber qué sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían ciertas cualidades.


Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba, era jugar con sus amigos más queridos. Por eso elegía a los que estaban más cerca de su corazón, aunque no fueran tan capaces. El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico.

Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán y lo perdonarán. Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables.

(Alejandro Dolina, de Crónicas del Fútbol en Flores, en Crónicas del Ángel Gris)

Dado que la actualidad futbolística, no da ni para hablar; sentimos la necesidad de volver a las fuentes. A los temas eternos. Y en Calma Chicha somos de los que sostienen férreamente –más aún si tenemos un vaso de vino en la mano y un par adentro- QUE EL ÚNICO LUGAR DONDE SE CONOCE A UNA PERSONA DE UN MODO DEFINITIVO Y PROFUNDO ES DENTRO DE UNA CANCHA DE FÚTBOL. La competencia real y sentida, donde uno debe dar todo, nos desnuda, demuestra nuestras virtudes, miserias y limitaciones. Y de ese modo a veces nos une de un modo definitivo con tipos quienes de otro modo no hubiésemos cruzado palabra, o no nos aleja de gente que pintaba ser más copada.

Por eso en este día del amigo –que ya pasó, y también su correspondiente resaca, que impedía escribir- desde este rinconcito quiero rendir sentido homenaje a todas esas amistades que han surgido o se han consolidado en una cancha. Porqué son de las buenas. Gracias a Dios, cuento en mi haber con un par de esas relaciones, que atesoro como figuritas difíciles.

Para terminar de una buena vez tanta mariconada, y cerrarla mariconamente, una dedicatoria especial, para el coautor de este blog, figurita difícil si las hay, el querido Matías “Pechito” Gontan.

sábado, 9 de julio de 2011

No se puede (vivir del amor)




Por el Mariscal Boldini

Argentina ya perdió. No importa el resultado contra Costa Rica.
No sólo era la posibilidad de ganar algo después de 20; era la posibilidad de reivindicarse. Y aunque se ganase, lo otro parece que no sucederá.

A mi este equipo me hizo acordar a todos los equipos del campeonato local que juegan mal. Pareciera una ley de la vida, cuando algo está mal, ESTA MAL. Desde la designación rara y poco justificada de Batista, a la convocatoria de casi los mismos jugadores y la convicción abstracta de que “íbamos a jugar distinto”. Pavadas.

Para ser corto.

Que le falta?

Vieron la película LOS SUPLENTES? (película de cable en la que Keanu Reeves es jugador de fútbol americano y Gene Hackman el DT). Están jugando una final y los contrarios los están paseando hace un rato. Deciden cambiar. Qué hacen en la primera jugada? Cada uno se tira encima de un rival y lo caga a trompadas.
Yo empezaría por ahí. Obvio que no alcanza. Pero el próximo partido los rivales deberían tener los tobillos hinchados y dolor en las costillas. El problema es anímico.

Todo el mundo está esperando algo de Messi, un tipo que así como se gambetea 5 en una jugada, no es capaz de poner una cara seria de enojado o cagar a pedos a un compañero. La última vez que vi bien a Messi dentro de un equipo nuestro fue 4 años atrás, en la Copa América que dirigió el Coco (y perdimos la final con Brazil). Porqué jugaba bien? Porque el 8 y el 10, eran Verón y Riquelme. Con todo lo que eso implica no sólo a la hora de jugar sino de absorver presiones.

El miércoles todas las cámaras lo buscaron a él. Ya ni siquiera estaba el Diego en el banco, bancando las miradas. Por un momento pensé, “este pibe va a terminar mal”; luego pensé, con la vida maravillosa que tiene donde vive, lo va a superar.
A eso hay que sumarle otro problema; el técnico. Tipo que difícilmente pueda entrar al vestuario y cagarlos a pedos a todos y cada uno, como correspondería por jugar con esa actitud de mierda; porque él mismo está de prestado (lo demuestra como se tuvo que fumar las críticas de Grondona tras perder con Nigeria). Faltan ahí lideres. Nuestra esperanza no puede ser la vergüenza futbolística de Nico Burdisso. Está bien que el tipo da todo, pero que sea el que saca el pecho evidencia una flor de carencia en el grupo humano. Qué le pasó a gente como Milito o Mascherano, que con 18 años cagaban a pedos a los de 30? De Banegas, Gago, Cambiasso o Di Maria, no espero más que los otros los entusiasmen. Si repasas la lista parecieran pocos los de carácter.

En fin, lo que quería decir –entre tanta palabra indignada que se escucha hoy en día- que lo primero que hay que recuperar, para mí es el orgullo. La gente lo va a entender y ese será el comienzo de algo, o al menos un final digno para un feo momento.

Ah, y la tele me tiene harto.

viernes, 1 de julio de 2011

Dignidad de cotillón


Por Pechito Gontán

Un año atrás, por estas fechas, comenzaba el Mundial.

A nadie le preocupaba la inminente llegada de una ola de frío polar, ni superar el record de baja temperatura establecido en Julio de 1967.

Durante un mes se suspendieron las noticias, y nos pusimos monotemáticos.

Se han dicho y escrito infinitas cuestiones al respecto, antes, durante, y después de los hechos. Nosotros aportamos algunos humildes renglones, con la mejor intención. Están disponibles para quien tenga ganas de aburrirse un poco, mas atrás en el archivo.

En algún momento, recuerdo que se intentó explicar cierta diferencia en cuanto a la pasión despertada por la selección, con respecto a la generada por los clubes y el campeonato local; reconociendo a esta ultima como definitivamente mas legitima, duradera y autentica; siempre desde nuestro humilde punto de vista, claro.

Aun asi, una vez comenzado el Mundial, nos olvidamos por completo de nuestra supuesta frialdad teórica, entregandonos desenfrenadamente a gozar o sufrir con cada partido que le tocase jugar a Argentina.

Hoy empezó la Copa America, evento que no logró generarme ningun tipo de expectativa previa. Sobre todo debido a la magnitud de los recientes acontecimientos históricos que han tenido lugar en el futbol local, de publico conocimiento.

Claro que eso no alcanzó para impedir la invasion de humo mediatico, inevitable en estos casos. Porque siempre hay algo que vender, cada vez que la selección esta por jugar un torneo.

Novelas por convocatorias, proliferación de directores tecnicos anonimos, humo periodistico a granel y, por supuesto, las tradicionales publicidades, con su habitual mensaje manipulando ridículamente un falso nacionalismo.

Nada de eso me importo, ni llego siquiera a molestarme, ya que hasta el dia de hoy, mi atención estaba puesta muy lejos de tales cuestiones.

Pero hoy jugo Argentina, y desde el segundo inicial de ese primer partido, volvi a ocupar mi lugar de hincha pelotudo de la “Celeste y Blanca”. A sufrir y putear, atando una vez mas mi estado de animo a la suerte de este equipo poblado de estrellas millonarias, de forma inevitable.

Algo parecido, aunque bastante menos fundamentalista, a lo que me sucedía hace mas o menos un año atrás.

Se que, con el correr de los partidos, mi preocupación y compromiso emocional (?) con el asunto ira en aumento.

Podré gritar goles, angustiarme, o comerme el chamuyo sentimental cuando suene el himno. Podre incluso, llegar a ponerme la unica camiseta argentina que tengo, esa del 99, cuando jugaban Palermo, Riquelme y el Mellizo.

Pero hay algo que me prometí nunca hacer, pase lo que pase. Jamas voy a usar uno de esos gorros de arlequín celestes y blancos que son fija en cada publicidad pelotuda de la selección.

Ese es mi limite. Me queda poca dignidad, y pienso defenderla como sea (?)

Ah cierto, me olvidaba un temita.

Hoy empatamos con Bolivia (!) en el primer partido.

"Un delantero estrella de los nuestros debe valer mas o menos lo mismo que todo el plantel rival", escuché decir a algún comentarista, fingiendo sin asco su ensayado tono de indignación.

Ya me empecé a calentar.

lunes, 27 de junio de 2011

Once contra once



Por Pío Longo.
Invitado de lujo.
Cordobés.
Hincha de Belgrano en éxtasis.


Viste que loco!?
Así es de loco el futbol a veces.
Aun siendo negocio de millones, cada tanto nos da la chance de patearle el culo a los millonarios(*),
de atajarle un penal a los soberbios, de hacerle un caño al dueño de la pelota.
Y sí! también de patearla a la estratósfera para respirar del cascoteo!
Darle bien de lleno a la redonda y colgarla de la tribuna, o del árbol de la plaza; pincharla.
Comprate otra, millonario culiado.
Que lindo es cuando el futbol se acuerda que se trata de once contra once,
que los de afuera son de palo, como dijo Obdulio, el negro jefe (**) -mira que casualidad, también celeste-
¿Acaso este sería una especie de maracanazo pirata? un monumentalazo?
Nah: es un ascenso en un mano a mano.
(aunque los dueños de las palabras hablen solo del descenso)
Mano a mano. Un episodio más de la épica del oncecontraonce.
Y, para mí en especial, es el fin de la proscripción: los Piratas podremos ver de visitante a nuestro equipo.(***)
Ya saboreo los choripanes, ya escucho el traqueteo del tren, de nuevo tengo excusa para ir a lugares nuevos
para estar en el lugar de siempre
celebrando y sufriendo,
a la espera de un once contra once


(*) millonarios es el apodo de River.
(**) Negro Obdulio, o Negro Jefe era el capitán de la selección Uruguaya del Maracanazo
(***) En la B solo asiste publico local. Dicen que por cuestiones de seguridad. Diganselo a la gente de Nuñez hoy, a la familia de Gonzalo Acro... y se acuerdan de la batalla de los quinchos etcetcetc?. A propósito: Ahora que el mundo se dio vuelta y jugarán millonarios en canchas de tierra ¿cambiará esa norma también?

domingo, 19 de junio de 2011

Tres días de tu vida



Por Pechito Gontán

Jamás podría expresar, con cierta precisión, la mezcla de sensaciones que me dejó esta última fecha del campeonato de fútbol argentino.

Por eso mismo, ante tan inútil empresa, mejor ahorrarse el intento.

Solo me voy a permitir dos, tres, o las que me salgan de los huevos, declaraciones que se me escapan del pecho.

Detalles, imágenes irrepetibles, estados de ánimo cambiantes; todo eso que tal vez nunca me olvide de estos últimos tres días.

Viernes:

- La expresión, mezcla de pánico e incertidumbre, que vi en los rostros de amigos, compañeros de laburo, pasajeros circunstanciales de transporte público, familiares y demás seres humanos hinchas de River que me fui cruzando, a horas nomás de los partidos determinantes del Sábado.
- La sensación de que algo histórico estaba por suceder al dia siguiente, quitándome el sueño.
- Mi sueño lleno de angustia, esa misma noche. River se salvaba de todo y Gimnasia se iba a la B, con llanto del Mellizo incluido.

Sábado:

- Despertar sin noción del horario, justo a las 14: 50, tras haber ignorado el sonido del despertador puesto a las 13:00 hs la noche anterior.

- El desconcierto ante la TV, saltando entre cinco partidos y mil posibilidades.

- Ver más minutos de Quilmes – Olimpo, que del partido que en ese mismo momento estaba jugando mi equipo.

- Los gritos de vecinos anónimos, celebrando un gol o puteando a dios. Nunca tantos como ese día.

- El segundo gol de Lanús y el silbato confirmando lo que casi nadie creía posible. River a la promoción, a jugar dos partidos imposibles.

- Los hinchas y jugadores de Huracán llorando sin consuelo, asumiendo el irreversible descenso. En la tribuna un flaco de camiseta rosa, seguramente la del Palermo donde juega Pastore, aguanta las lágrimas con la oreja pegada a la radio que relata el último minuto de Boca – Gimnasia. En el césped, el arquero Monzon y algún otro, también escuchan la radio sin llorar. Gol de Boca. Delirio, muertos que resucitan, abrazos, carnaval. Ahora si, todos lloran pero de alegría, convencidos de haberle ganado una batalla épica a la mismísima muerte, que tendrá que esperar hasta el Martes para ver a quien se lleva.

- Una conversación telefónica con mi hermana, preguntándole con sincera preocupación acerca del estado emocional de su marido, padre de mis sobrinos, hincha y socio de River. Me dice que todavía no vuelve de la cancha, sin ni siquiera saber el resultado del partido.

- Unos mates con mi viejo, comentando los hechos, todavía sin poder creernos del todo lo que acababa de suceder.

- Una noticia en la TV: muere un hincha de River en la platea. Probablemente un paro cardiaco.

- Noche de whisky y amigos, me olvido del tema por unas horas.

Domingo:

- Dia del padre. Llego tarde al almuerzo familiar, lidiando con una violenta resaca.

- Saludo a mi cuñado con una sonrisa, no hace falta decirle nada, tampoco tengo ganas de cargarlo. Me dice que nunca sufrió tanto por un partido, y que el tipo ese que se murió en la cancha, estaba sentado a tres asientos del suyo.  A TRES ASIENTOS DEL SUYO. Se lo llevaron justo cuando recién empezaba el partido. Ahí supe que ese no iba ser un buen día, me dijo después, mientras se llenaba el vaso de vino. Me pareció increíble tanta tristeza toda junta, sentí que no podía ser tan grave.

- Tal vez un poco de culpa, también. Por seguir disfrutando todo el asunto sin poder evitarlo, por más dolor que le genere a algunas personas que quiero, y a miles de victimas anónimas que seguramente andarán ahogando sus penas en esa noche de feriado.

-La absoluta seguridad de haber presenciado un hecho histórico, probablemente irrepetible, en el futbol de acá.

- Y sobre todo, sentir el privilegio de estar de este lado, en la mejor ubicación posible. Gozando el drama, celebrando cada minuto de dolor (netamente futbolistico, claro esta) ajeno. Ejerciendo mi derecho natural a entregarme a tan cuestionables sentimientos, sin dejar de ser una buena persona (?), solo por mi condición de bostero.

- Siempre con respeto y cariño (?), algo que, lamentablemente, no todos entienden.

- Temo llegar a extrañarlos, en caso de que suceda lo realmente imposible.

Aunque a esta altura, ya nada parece imposible.

Nos vemos el Domingo que viene.

O nunca más.

miércoles, 15 de junio de 2011

Palermo Viejo



Por el Mariscal Boldini

La Chicha saca las milanesas del horno (fritas me caen pesadas), me sirve una en el plato y se sienta. En la televisión pasan algún resumen de los medios. Algo se trae. Conocerla me ha llevado a no siempre saber que esperar de sus reflexiones. Me mira: “Estamos viejos”

Palermo está con una capa azul y amarilla y millones de hinchas lloran y se emocionan. La Chicha ha sabido comprender que Palermo como tantas otras cosas, serán la marca de una época. Decir que lo vimos en la cancha -no en la Bombonera, por favor!!- será decir mucho de uno mismo. Yo creo que son accidentes de la vida, o mejor dicho adjetivos. Postales. En mi infancia, por ej lo fueron Monzón, Olmedo o Alfonsín en plena hiperhinflación.

Siempre recuerdo una tapa de Rolling Stone del año 2000 que decía "LA VIDA CUMPLE 50 AÑOS DE CHARLY". A algo de eso me refiero. Gente que con el tiempo uno dirá ha visto. Y le contarás a un hijo cómo ese quinto máximo goleador del fútbol argentino supo errar tres penales en un mismo partido.

Bosteros o no, importa poco. Mi viejo hablaba de ese modo de Nicolino Locce y de Corbata. Mi tío, de Houseman y del Bichi Borghi. Yo aún no elegido mis mitos, pero tengo una bella lista, de situaciones, de partidos. Algunos de ellos, junto con un amigo, los estamos volcando en este blog desde hace un año y medio.

Volviendo al comienzo, hay algo cierto, estamos viejos.

Yo lo vi debutar a Palermo. Cuando era suplente en el Estudiantes campeón de la B. Cuando era simplemente un loco. Vestido de mina y con ese naso. Luego tuve que soportar su momento más alto, ganando todo con Bianchi y poblando las calles de niños rapados y con un flequillo teñido de rubio. Sobre los últimos capítulos, ya algo escribimos; la lluvia, el gol en el mundial.

Qué impresión cuando algo vivo pasa a ser parte de la historia. Atahualpa Yupanqui decía que el modo más hermoso de inmortalidad era ese imposible de comprar –sólo ganable en el transcurso de una vida- que era pertener a la memoria popular.

Cómo reconocerlo?

Sentirse un poco viejo.

martes, 31 de mayo de 2011

Viento fuerte y arremolinado



Por el Mariscal Boldini

Final de temporada. Campeones, gente que se queda ahí, mercado de pases y… descenso. El tema pareciera ser River pero no lo es. Hay algo que hace ya par de fechas me tiene mal. Y es la racha nefasta de Huracán.

De algún modo extraño sufro. El fútbol a veces tiene esas cosas. Hay algunos malos momentos que no sólo son malos, sino que son peores por no estar preparados para esa situación. Algo así le pasó a Central al perder la promoción con All Boys, o a la gente de Chicago viendo que Tigre se quedaba en primera en su cancha. Huracán hasta hace un rato peleaba por salir de la promoción, hoy se le armó una pelea para la que tal vez no estaba preparado.

Y yo sufro, sufro al pensar en tanta bronca, en tanto hincha viejo con la memoria cargada de la gloria del “sexto grande” sufriendo; gente que se pone colorada y se queda sin aire de putear, desaforado. Lagrimas, bronca, ira, sentir que no alcanza y la impotencia que sólo busca algo que romper.

Uno de los más lindos recuerdos del Globo, es el retrato del hincha quemero que hacía Sacheri en EL CUADRO DE RAULITO. El protagonista, hincha de Huracán, no quiere imponerle el cuadro a su hijo, lo deja elegir de quien ser hincha. El pibe a los 8 se hace de River por un tío. Hasta una tarde en la que padre e hijo escuchan un River Huracán en la radio, juntos en un patio con macetas. Gana River 3 a 2. Sin embargo Huracán lo aprieta hasta el final y está ahí nomás del empate. En esos minutos cruciales, el padre descubre que el pibe por debajo de la mesa tira una patada, amaga un cabezazo siguiendo el partido. Pero algo llama la atención, los centros caían en el área de River. Y los movimientos del niño no son los de un defensor, sino los del delantero. Más tarde lo encuentra encerrado llorando. Era del Globo. Los cuadros no se eligen y Huracán tiene algo de esa mística de los viejos equipos porteños, de Platense, Ferro.

Había un detalle más, fundamental, en la descripción del hincha quemero. Marcado a fuego como en un tango por las dos últimas finales perdidas. La del 94 contra Independiente y la última contra Velez. No puedo dejar de pensar en Brazenas y lejos de que sea un excusa creo que si no hubiese convalidado aquel gol de Velez algunas de estas cosas seguramente no estarían pasando. Después, ha habido mala dirigencia, errores y más errores. Pero qué se le va a hacer el globo me cae simpático, por historia es más de primera que un Godoy Cruz, All Boys, Arsenal u Olimpo.

Desde acá, un abrazo.

domingo, 22 de mayo de 2011

Bad Milk

Finalmente la Chicha, ha roto el silencio bloggeril y se larga hoy con una sección propia, que promete seguir y hará la delicia de los futboleros amigos. Notarán su visión femenina en algunas referencias farandulescas. Espero lo disfruten!

Por "La Chicha" Cosmai.

Una vez finalizado el superclásico del domingo comenzó el tour de opinólogos de siempre, pero me detuve en las declaraciones de un personaje en particular, no quiero adelantar su nombre, por ahora lo llamaremos “bad milk”. Aquí algunas de sus frases:

“J.J. López tuvo dos descensos y no quedás bien después de eso… cuando un técnico se va dos veces al descenso después es difícil convivir con ese pasado”;
“No voy a dar nombres, pero vi jugadores con temor, cuando no tocan la pelota, no aparecen”;
“A mí no me gusta que me hablen de Promoción. A estos chicos no sé qué les pasa por la cabeza… ‘yo voy a pelear los primeros puestos, no chiquitaje’;
“Se equivoca en el planteo J.J. López. Uno no entiende cómo juega Funes Mori… ... Ya vimos que en escenarios complejos no rinde”.

Podríamos pensar que el autor de estos dichos es un ícono boquense (Ante Garmaz, Roberto Giordano, Rodolfo Leto o Cristian U), sino fuera porque todos sabemos que ese grado de precisión de mala leche es del BETO ALONSO, justamente el máximo ídolo de River.




Automáticamente comencé a buscar otras declaraciones de este “ídolo” del club millonario, que me llevó a encontrar lo siguiente:
“Los Promedios se inventaron porque River se iba al descenso.”
"El público de river, es un público que va a determinados partidos"
“River sufre y le tiene miedo a Boca"
“No sé por qué no estoy en River. Les pido perdón a todos por haber ganado tanto”

Comprendo que un tipo como el Beto que dio la vuelta olímpica en la cancha de Boca con la famosa pelota naranja, más de una vez quiera matar a todo el plantel de River, sobretodo si pierde el superclásico. Ahora, q lo comente en la cocina con su mujer es una cosa, de ahí a incendiar públicamente desde hace años a todo el plantel de su amado club, es demasiado.
Por eso ocupa el puesto N° 1 en mi ranking de los mala leche (logros alcanzados: se tira contra sus propios colores; lo hace sistemáticamente lo cual descarta una calentura momentánea; es panelista ocasional de Fantino, otro mala leche; pronostico que si en un año la dirigencia de River no lo llama para ocupar el cargo que sea, termina sentado en el sillón de Anabella Ascar).

Pero como todo soberbio, tuvo su merecido en el programa “Justo a Tiempo”, en el que un mismísimo hincha de River lo confunde con… el Beto Acosta!!! Imperdible, les dejo el link.
ttp://www.vxv.com/video/a4SKvrgolj12/hincha-de-river-confunde-a-beto-alonso-con-beto-acosta.html

Aprovecho para mandarle un abrazo al Beto… Acosta claro!

domingo, 15 de mayo de 2011

Sangre

Por el Mariscal Boldini

Hablar de fútbol –para el que realmente le gusta- supone el compromiso sino de decir “su” verdad, por lo menos de no mentirse a uno mismo.

Siguiendo este precepto, me dispongo a ser antipático con un amigo. Tal vez me perdone por el sólo hecho de que está contento.

Después de ver el clásico como una pelea de box, de dejar pasar un rato, pensar en otra cosa, una imagen va y vuelve en mi cabeza, armándose la tapa de lo que sería mi diario de mañana. No es Carrizo, ni las lagrimas de Palermo –gran tapa sin duda-. Es Almeyda. River pelea la promoción. Y hasta el momento en que Almeyda hace todo ese quilombo con Clemente y demás, un equipo gris, triste e impotente se iba maltratado de la Bombonera.

Nada cambia el resultado. Sólo que el que se enoja elige –o intenta o se resiste- no ser una víctima inerte. Y se decide al menos a dar un par de patadas aunque más no sea desde el piso, antes de que lo saquen defenitivamente, ya con los pies para adelante. Y los que vemos el fútbol de determinada manera creemos que el ánimo importa, y rebelarse –no aceptar que te rompan el culo y lo disfruten (perdonen las damas amigas y futboleras)- de algún modo siempre va a valer la pena. Obviamente en parte a Almeyda le falla; tanto como sabe lo que hace.

El partido lo pude ver recién, ya sabiendo el resultado, y todo esto. Sabía que el 5 se había ido besándose la camiseta. Fue una agradable sorpresa ver que su salida no se parecía en nada a aquella de Latorre frente a la misma hinchada, que expulsado se tapaba la nariz; aborrecible por delicado y cheto.

Tal vez mi amigo no me lo perdone (NI ME LO ACEPTE), pero creo que esta gente es en algún punto la que a él y a mi nos gustan. Que importa, total está contento.

Feliz Domingo


[click en la foto para leer el trapo]

Por Pechito Gontán


La felicidad o desgracia que toca en suerte, el equilibrio mismo del mundo (?), esta a cargo de alguien o algo, según lo que uno haya decidido creerse.

Dios, el destino, la casualidad, los astros, la magia negra; entre tantas otras cosas.

Yo no creo en nada de eso, y tengo mis serias dudas acerca de la existencia de ese asunto de la felicidad.

Aun asi, he visto milagros. Pero eso fue hace mucho.

Y ahí si, fui felí.

Por ahí mañana recupero la fe.

jueves, 12 de mayo de 2011

Ultimo bondi a finisterre



Por el Mariscal Boldini

Se viene el Súper Clásico y nos cuesta quedarnos callados; aún siendo conscientes de que no tenemos nada para decir.

Una de las primeras cosas a analizar es el nombre. Nadie discute la trascendencia del partido, pero porqué “Súper”. Suena viejo, sonso, propio de una promo de antigua de Fibertel. Personalmente creo que es una herencia noventosa. Lo escucho y escucho la voz de Araujo, gritando “Chaapita” “Qué vas a hacer Toreroooo?” o “miralo al Comuñe, Tatele!”. Encontrando un antecedente directo e inmediato en los Sábados de Súper Acción de Canal 13 cuando tenía otro logo.

Más allá de eso, lo de siempre. Los periodistas, los espectadores, la familia se prepara para un jornada épica, la cual hace años no tienen lugar. Analizar porqué implica meterse en el fútbol nuestro tan extraño, donde todos pierden con todos, nadie juega bien y hoy día pareciera tener un solo candidato firme –aún cuando la V tiene a la Libertadores en el medio-.

Condimentos. Para Boca. Último clásico de Palermo y la posibilidad de hundir a River en la promoción. El hincha de Boca pareciera haber renacido del domingo a esta parte, ha encontrado sentido. Se olvida del campeonato, de Falcioni, de Riquelme, de que Ervitti pareciera haberse quedado en Banfield, etc.

Los de River a mi gusto tienen una a favor –merito de Passarella y JJ-, ser conscientes de su situación. Eligen ser punto, pero por lo bajo sueñan con el batacazo.

Igualmente, nada de esto importa durante los 90 minutos que sí importan.

Nosotros estamos acostumbrados a ciertos bodrios. Viendo “Partidazos” veía a Ramón Díaz, al Tolo, a Bianchi. Y pensaba cuando Boca perdió ese halo de gloria que tanto nos rompía las bolas a los demás hinchas. Obviamente nacida de Bianchi pero que duró después de su partido en Basile, Russo y algún otro. Haciendo memoria y siendo arbitrario; creo que el último eco de esa línea se perdió cuando lo fueron al pelado Ischia. Antes ya había estado el aborto de Lavolpe y posterior al dolape se buscó que el Coco repita lo hecho en su primer paso. Sin embargo, en esa sensación de que algo se acaba, que uno descubre sólo mirando en perspectiva hacia atrás. Creo que ahí terminó algo. Y que las contrataciones numerosas, los técnicos exitosos como Borghi o Falcioni, no han logrado tapar que de un modo u otro se perdió el rumbo. Nada tiene que ver esto con el clásico, obvio; pero me vino a la cabeza al ver a Bianchi en la Bombonera.

River a fuerza de tocar fondo, encontró el rumbo. Uno nuevo, muy humilde, y que debe guardarse aquel dandismo en el bolsillo. Está bien aceptarlo en silencio.

Igual lo que a mí me importa del domingo sucede a las 18 hs. Nosotros pareciéramos no haber tomado esa noción de nuestra instancia, ni de la grandeza en juego. Tristes palabras, que me llaman al silencio, rosario en mano (o en lo que uno crea), gritando goles ajenos. Que no se diga. Así estamos.

PD: repito lo del post del super clásico pasado; gran virtud de este partido: el hincha de todos los demás clubes disfrutará plenamentente calquier resultado, siempre habrá una gran multitud dolida a la cual cargar.

PD2: Parece que San Lorenzo quiere al turquito Asad; me parece un groso y la mejor opción que tenían. Única objeción, o un lindo detalle para tener en cuenta, cuando estando en Velez les pasearon todas las copas por la cara antes de jugar contra el ciclón.