Calma Chicha, en un esfuerzo enorme de producción, se hizo presente en el lugar para dar testimonio de tan histórico acontecimiento para el fútbol local.
Un integrante del staff fue enviado con la orden de tomar nota de lo sucedido, para después volcarlo en un texto lleno de detalles que aquí pretendía ser publicado.
Nuestro hombre, de quien no volvimos a tener noticia alguna desde aquel día, se hizo presente en nuestras oficinas recién ayer.
Con claros signos de haberse excedido en los festejos durante varios días. Tenía tatuado en su antebrazo izquierdo un escudo de Boca bastante torcido y el nombre "Mónica" en letras góticas, justo debajo del mismo.
Sabiéndose en falta, pidió perdón.
Con el último resto de vergüenza que le quedaba, dijo tener algo de material.
Y nos entregó este breve, pero contundente registro.
[Nótese como en la euforia del festejo, Laudonio es castigado duramente por varios integrantes del excitado plantel xeneize]
El responsable ha demostrado estar arrepentido, y prometió no volver a comportarse de esta manera.
Por eso, y porque lo queremos, no lo vamos a sancionar.
Cosas que pasan.
Sabiéndose en falta, pidió perdón.
Con el último resto de vergüenza que le quedaba, dijo tener algo de material.
Y nos entregó este breve, pero contundente registro.
[Nótese como en la euforia del festejo, Laudonio es castigado duramente por varios integrantes del excitado plantel xeneize]
El responsable ha demostrado estar arrepentido, y prometió no volver a comportarse de esta manera.
Por eso, y porque lo queremos, no lo vamos a sancionar.
Cosas que pasan.