martes, 27 de abril de 2010

hay poco que agregar




Por el Mariscal Boldini

Chocolate por la noticia, se viene el mundial (y hay poco que agregar)

Se acaba el campeonato local que -apurado y un tanto mediocre- consume nuestra pasión (a la cual no le molesta que haya partidos entre semana o que los equipos que juegan la copa pongan a jugar a la reserva). Por eso casi no escribimos en este tiempo.

Si fuera necesario justificarnos podríamos citar a Fabían Casas, que en una frase que -tal vez- inspiró este blog, en el 2006 decía: si no juega San Lorenzo el mundial me importa un bledo; no en todo acordamos con Fabían.

Se define rapidamente el campeonato, y ya nos venimos sientiendo, bien, mal y masomenos. Desde hace rato. Se suman y acumulan las sensaciones. La implacable voracidad de los medios ya nos tiene como víctimas.

Se suceden las publicidades televisivas (varias me hubiera gustado postearlas como ejemplos del sentimiento futbolero mal entendido). Los blogs personales –como éste- son un peligro inminente. Multiplicidad de opiniones se superponen, discuten y mezclan.

Plantemos bandera rápido y al toque: no vamos a estar de acuerdo con

a) los que hinchen por Brasil
b) con los que crean que el futbol es una propaganda de nike
c) con los que crean que el buen futbol es sinonimo de que no te guste nada y desprecies rebentar una bocha cuando es necesario.

Toda esa gente se olvida del Sentimiento. Por ese sentimiento alguna vez he festejado un 0-0 como si fuera la copa del mundo.

Se viene el ritual –como ver a los Redondos- que es el mundial.

Por lo pronto, ya sé cuales son mis horarios para el mes de Junio en el trabajo, y después de hacer unas cuentas rápidas, sé que me voy a poder ver todo; y estoy contento.

PD: qué onda la publicidad que muestra a los animales africanos jugando con una pelota???


1 comentario:

  1. Los que se olvidan del Sentimiento le toman la leche al gato.
    Mas alla de la categoria de excomulgados aqui mencionada, existe una aun mas nefasta: la de creativos responsables de publicidades tan despreciables como la de Giordano, para ellos no hay perdon.
    Falta poco...

    ResponderEliminar