lunes, 8 de febrero de 2010

Consejos Mundialistas # 1



Por el Mariscal Boldini

Creo que somos Algunos.

Un pequeño gran grupo para el cual ver un partido de futbol no es una boludez.

Gente para la cual un partido de futbol no puede estar puesto de fondo en medio de una comida (el motivo es muy simple, el partido probablemente sea mas importante que la comida; en caso que la comida sea más importante, el partido me distraerá).

Para mí, y para algunos amigos que aún me entienden, ver fútbol es un acto solitario y si así no lo fuera, debe elegirse muy bien quien nos acompañe.

Para gente como nosotros El Mundial, acarrea un gran peligro que cada cuatro años nos vemos obligados a sortear… Digámoslo, de una vez y con todas las letras. Esa cosa hermosa que es el mundial es a su vez un gran y gigantesco caza-bobos. Si hiciera falta alguna prueba, baste la frase harto repetida “Futbol? No, yo no miro, salvo cuando se juega un mundial”.

¿Qué se puede esperar de una persona cuya relación con el fútbol es esa?!!! (y que no es una sola sino miles)

Ahora bien, amigo, se viene Junio –empiezan a haber propagandas con música e imágenes de Sudáfrica, ud. sólo ubica al Rey León y a George Weah, y ninguno de los dos juegan- y… se viene el peligro…

Con un libro de Durkheim bajo el brazo (“El suicidio” paradójicamente) y miles de horas consumiendo futbol, nos proponemos abrir la sección Consejos mundialistas de Calma Chicha, con uno de los desvelos mas grandes del hombre futbolero, concretamente una cuestión base.

Sirva una situación hipotética pero probable. Ya empezó el campeonato. Argentina empato su primer partido de primera ronda jugando bastante mal. Ud. vio el partido solo, en su casa, lleno de angustia, sin nadie con quien compartir el mal trago. Se avecina el siguiente partido, más importante y definitorio.

Suena el teléfono. Es un amigo, su tío, el vecino hincha de Racing que vive arriba, su jefe, el padre de su mujer (la suya, no la de su jefe), una pareja amiga, sus compañeros de Cuentas a Pagar de la oficina, el portero, una mujer a la que le tiene ganas hace rato o alguien por el estilo, y le propone juntarse a ver el partido.

Deténgase un minuto, PIENSELO, esa es casi la única finalidad de este blog.

Le contamos lo que sigue.

Ud. piensa (sin pensar realmente), no encuentra razones para negarse y ahí va, dice que sí. Ya está, quedamos así, dice, confirmando su asistencia.

Sin saberlo, ud. acaba de regalarse un próximo mal momento. Quien lo ha invitado, gente tan distinta entre si a simple vista, tiene generalmente una rasgo distintivo en común: no saben demasiado de futbol.

Casi todos ellos, seguramente, no comparten su fanatismo irracional y mucho menos, se permiten sufrir por algo que consideran un simple deporte. Simplemente están subidos a la ola del entusiasmo mundialista que invade al pais y al mundo entero. Se emocionaron con una publicidad de Quilmes o Visa, con muchas banderas celestes y blancas, y jugadores cantando el himno, poniendo cara de San Martin a punto de cruzar la cordillera.

Llega el día.

Ud. toca el timbre, entra, saluda, y busca una posición cómoda frente a la tv. No la encuentra. Se acomoda como puede a un costado. Piensa que no es tan grave, se ubica –incomodo- y busca centrar la mirada en la tele. Alguien le habla.

Empieza a darse cuenta de que se ha integrado a un grupo de unas diez personas excitadas, compuesto por cinco hombres, tres mujeres, y dos completos desconocidos, ambos enfundados en camisetas ultimo modelo de la selección y gorras a tono. Uno de esos dos no para de hablar, que Riquelme esto, que Verón lo otro, que Maradona es una vergüenza, que Messi no se cuanto mas. A ud. ya no le cae bien este tipo, y además, también le envidia un poco la camiseta, la bronca le nubla la razón y siente que ud. se merece esa casaca mucho mas que él.

Salen los equipos a la cancha.

- Y porque ese tiene el nro. 35 en la camiseta?
- Para mi Messi es el mejor del mundo.
- Bilardo esta re loco, jaajajaja, escuchaste la anécdota que conto el Bambino?.
- Para mi el Diego le sigue dando a la falopa, mira como esta.
- No se puede creer, viejo, como lo va a poner a este muerto!
- Y el enganche? Donde esta el enganche, me queres decir? Sin enganche no existimos.
- Y claro, el “Barsa” es el “Barsa”, es otra cosa. El “Barsa” lo tiene a “Xavi”, papá, y a “Iniesta” lo tienen también.
- Estos putos no nos pueden ganar.
- Yo me re acuerdo del 90, el gol de Cani, te juro que llore.
- Lo que pasa es que en Europa es distinto, tienen otra mentalidad, es algo cultural, entendes?.
A esta altura, y sin que siquiera haya comenzado el partido, ud. ya se ha dado cuenta de donde se ha metido, y en lo mucho que sufrirá, conteniéndose las ganas de silenciar violentamente a los pintorescos comentaristas con los que deberá fumarse los noventa minutos que se vienen.

Deberá ud. soportar esto sin chistar, asumiendo que la culpa, es sin duda alguna, toda SUYA.

Francia – Uruguay, Brasil – Portugal, Italia o Alemania contra cualquiera,. Esas son opciones para ver con quien se le antoje. Relájese y explique la ley del orsai a quien pregunte, elija quien le cae mas simpático e hinche tibia y despreocupadamente por ese equipo. Pero no Argentina, nunca.

Unos días después, ud. ya ha aprendido una lección, no sin secuelas. Todavía sufre al recordar una voz de mujer reclamando ridículamente un penal inexistente, a los gritos, con Gago caído en la mitad de la cancha.

La próxima vez, cuando juegue Argentina, piense bien.

Siéntanse advertidos, y vayan con cuidado.

Calma Chicha quiere ocupar Un Lugar: el de colaborar y compartir con los que saben de que va la cosa. Con ese que en el medio de un cumpleaños aburrido te dice como salió Banfield- Argentinos. Que armó el grandt una y mil veces al pedo y que todavía se acuerda de un gol de Romario, del Polo Quinteros o el Pirata Czornomas como si pertenecieran a un mismo y único universo.

A los demás les deseamos suerte, les damos un abrazo grande –porque aún así los queremos- y sin leen esto sabrán bien porqué en unos meses no atenderemos su inoportuno llamado invitándonos a la previa de un partido de Argentina.

Sabemos, sin embargo, que no estaremos solos. Son muchos como nosotros. Y afortunadamente, nos entendemos sin hablar.

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