
Por Pechito Gontán
No es facil pasar el verano en Buenos Aires.
Si ud. no es empresario, o estrella de rock, como para escaparse durante tres meses al lugar del mundo al que se le cante las bolas ir, la cosa se pone jodida .
La otra opción es la “costa”, que esta a 400 km, llena de porteños excitados y tarjeteros de boliche. Dicen que a la noche, si te pinta acercarte al mar, tenes que ponerte una campera para no cagarte de frio. Ojo fiera, no nos comamos el chamuyo del Atlántico Sur (?)
Pero estamos en Buenos Aires, todavía en Enero. Y ud. no es empresario, ni estrella de rock, eso esta mas que claro. Ud. es un don nadie, y hace lo que puede.
La rutina es la misma de siempre: transporte publico, mal humor general, noticias horribles, y con suerte, un trabajito mal remunerado.
Lo habitual, pero aun peor, soportando un calor infame.
Como si esto no fuese suficiente tortura, cuando ud. llega a casa transpirando tanta frustración, prende la Tv , esperando ver algo medianamente interesante, y se encuentra con informes varios sobre “la movida del verano”.
Ante la inminente depresión, apaga el aparato resignado y comienza a extrañar todo aquello que tenia hasta hace poco y ahora no tiene mas.
El frío de Julio, los pibes en el colegio, la ducha caliente, su mujer menos gorda, ese chalequito abrigado que tanto le gusta usar abajo del saco.
Cualquier cosa que haya quedado lejos de esta ridiculez infernal.
Pero lo peor del verano, lo mas absolutamente irremplazable, es una sola cuestión, y ud. lo sabe. Es algo mas importante que todo eso que extraña, algo que necesita para equilibrar un poco el mundo.
Ud. extraña el futbol, señor.
El del fin de semana, por los puntos.
No le importa el calor, ni la tirita del ventilador bailando débil, removiendo el aire tibio en el living.
No le importa la materia que se llevo su hijo a Marzo.
Se olvida de todos sus problemas, que son muchos.
Agarra el control remoto y enciende la tele.
Desesperado, intenta rellenar ese vacío con amistosos de verano, con noticias mentirosas de posibles transferencias, con partidos del Barcelona por la Copa del Rey.
Pasa los canales, le chupa un huevo si Cvitanich viene a Boca, si Riquelme tiene ganas de jugar un rato, si el sub-20 le gano a Chile.
Nada de eso le alcanza, es puro humo barato, inaguantable.
Se pega una ducha fría, volviéndose a acordar de que hace calor, y de que todavía no se termino este puto Enero.
Lo dicho.
No es fácil pasar el verano en Buenos Aires.