jueves, 6 de octubre de 2011

Red Social Fútbol Club



Por Pechito Gontán

Mi DNI dice que nací en 1977.

Un 14 de Septiembre, a las nueve de la noche.

Mientras me cacheteaban las nalgas a modo de bienvenida, Boca ganaba la copa Libertadores. El mito familiar dice que mi viejo, apenas chequeó que el nene era sanito, se fué a festejar con los muchachos hasta entrada la madrugada.

Lo importante en este caso no pasa por ahi, sino por la fecha de mi nacimiento.

El dato de Boca y la Libertadores no tiene nada que ver con el tema que sigue, pero siempre que puedo lo meto, solo porque me encanta. Ya lo hice en otras oportunidades en este sitio, contando exactamente lo mismo, cual anciano senil atormentando a su nieto con relatos repetidos e inconexos.

Decía que el tema que me interesa, arranca con mi venida al mundo. Y como, a partir de entonces, algunos avances tecnológicos fueron transformando mi vida y la de millones de almas hasta hoy mismo. Unos 34 añitos llenos de novedades.

Siento, como seguramente muchos que tengan mas o menos mi edad, que soy parte de una generacion que creció viéndose obligada a incorporar muchas novedades de repente, apenas superada la niñez.

Con un pie todavía en la vida analógica, otro intentando pisar el futuro digital; y el culo cada vez mas lleno de preguntas.

Conozco pibes de veinte que no conciben el mundo sin cámaras digitales, pantallas táctiles, o Mercado Libre. Muchísimo menos, sin Internet. Cuando llegaron, todo eso ya estaba ahí.

Mi viejo tiene 63 años y lo único que sabe hacer con una computadora es mandar un mail. Y lo hace casi por obligación, ya que no le interesa saber nada mas al respecto. Tampoco nunca escuchó a los Stones, y no me puse a llorar (?).

Yo todavía no le había visto la cara a Dios cuando a los 14, me senté frente a mi primer computadora. Gracias a ese temprano acercamiento, me fue fácil aprender cuestiones básicas sobre el tema, e ir actualizándome mas o menos cuando tocaba hacerlo.

Por supuesto, la novedad estrella era, o iba a ser, por encima de cualquier otra, Internet.

Mails, buscadores, mercados virtuales, chat, juegos en red, música, cine y pornografía gratis. Básicamente, eso era casi todo lo que Internet tenia para ofrecer. Una locura.

Con el tiempo, y a un ritmo cada vez mas frenético, fueron apareciendo novedades dentro de la novedad. La cosa se ponia algo mas compleja con la irrupción en escena de blogs, Facebook, y demás "redes sociales".

Internet 2.0, la llamaron los cráneos a cargo.

Me acuerdo que un compañero, alla por comienzos de 2005, me habló por primera vez de ese 2.0, algo que a mi solo me remitía a cilindrada de motor.

No le presté mucha atención. Tal vez porque hacía ya un tiempo, me había abandonado aquella voluntad de aprendizaje que solía acompañarme a los catorce años. Tampoco creo que haya ayudado a tomarme el asunto muy seriamente el hecho de que el muchacho en cuestión, me explicaba el tema mientras intentaba realizar una compleja posición de yoga, con su cuerpo invertido verticalmente, en el piso de una sala de edición. En fin.

A pesar de esto, al poco tiempo decidí sentarme a ver de que iba la cosa.

Incluso antes de entender con claridad el funcionamiento de una red social, o que tanto me beneficiaba participando en el chiste, ya tenía yo una cuenta en Facebook y otra en Flickr. Fácil.

Poco después, allá por Enero de 2010, junto a mi gran amigo Boldini, nos abrimos un blog. Para poder venir por aca, cuando y como se nos de la gana, a hablar de fútbol.

Así fue como nació este humilde pero acogedor sitio, desde el cual me permito escribir estas incoherencias.

Claramente, ya me sentía parte del universo 2.0 (?). Este blog , solito, justificó (y lo sigue haciendo) esto de seguir insistiendo.

Aunque tal vez parezca que en esta ocasión lo haya olvidado, este sigue siendo un blog de fútbol.

Se que, a simple vista, esta historia repasando los grandes momentos (?) de mi relación a través del tiempo con las nuevas tecnologías, tiene menos fútbol que una ojota. Créanme que entiendo su confusión.

Pero pido paciencia, y dos minutos mas. Sepan que voy a algún lugar con todo esto, y aunque cueste creerlo, en ese lugar hay algo de fútbol.

La cuestión es que, cuando ya tenía todo resuelto, apareció (al menos para mi, en ese momento) otra novedad reclamando atención: Twitter.

Ahí esta el límite, pensé. Me pareció estúpido seguir corriendo detrás de cada nueva versión, siempre mejor que la anterior. Cansado de hacerme el moderno, decidí que lo mejor era quedarme donde estaba.

Escuché muchas críticas desfavorables sobre el tema, con argumentos bastante convincentes. Incluso había quienes llegaban a afirmar que tener Twitter era medio de puto.

Eso, dado el hecho de que soy bastante putito (?), no hizo mas que aumentar mi curiosidad al respecto. Casi en secreto, fuí y me abrí una cuenta. Sin la menor idea de cómo hacerlo funcionar, esta vez mas que nunca.

No se que me daba mas vergüenza. Si la idea de confesar “tengo Twitter”, ante los fundamentalistas que sentía estar traicionando , o el hecho de reconocerme completamente inútil en cuanto a su correcta utilización.

Seguí sin lograr avances durante unos dos meses. Ya casi convencido de haber cometido un error, a punto de asumir mi primer fracaso en el mundo virtual.

Hasta que el Viernes pasado, sucedió algo que me hizo cambiar de opinión.

Eran casi las cinco de la tarde, y la falta del jugador numero doce hacia peligrar el tan esperado partido de futbol 6 de cada Viernes por la noche.

Sin esperanza alguna, escribo (tuiteo) que necesito alguien que quiera jugar un partido, ese mismo dia, a las nueve de la noche.

Al rato, ante mi total sorpresa, ese alguien contesta ofreciendo su participación.

Este tipo, un completo desconocido con nombre de fantasía en su cuenta (@AlVaarVaanVaart), me da su teléfono para que lo llame, así arreglamos lugar y horario del partido.

Cuando lo llamo, me presento como “el del partido de Twitter” (?), a lo que el tipo, inbcreíblemente, contesta: pero Mati, vos sos pelotudo? Soy yo, Alvar!

Era Alvar nomás.

No importa quien es Alvar, ni de donde lo conozco, o hacía cuanto no lo veía. Lo increíble es que no era ningún desconocido de Twitter. Y que el sabia que yo era yo, pero yo no tenía idea de que el era Alvar, el único Alvar que conozco.

Al final vino a jugar Alvarito, un fenómeno. Jugó en contra mío y la descosió.

Me había olvidado lo bien que jugaba, y que una vez me contó que había aprendido a gambetear esquivando piedras en los ásperos potreros de Trelew. Un grande.

Esto simple suceso, tan maravilloso, vino a darle sentido a mi estupida cuenta en Twitter, a devolverme la esperanza, a transformar la vergüenza en orgullo (?).

Y eso que todavía no se bien como se usa esta novedad *

Si sirvió para que ese partido se pueda jugar, ya valió la pena.

Todo lo demás es tocuén. Ya saben lo que es tocuén.

Juro que esta es la última novedad a la que me subo.

Y que la próxima vez que venga por aca, solo voy a hablar de futbol.


* No puedo dejar de destacar y agradecer la noble tarea que día a día realiza gente como @laninasanta o @RusaRusita, para ayudarme a vencer mi ignorancia tuitera. A ellas, grandes amigas, dueñas de la mas absoluta paciencia, va dedicado este humilde relato.

8 comentarios:

  1. Sos un dulce de leche (?)

    A vencer los prejuicios, Gontán, que así no llegamos a ningún lado.

    Lo quiero, ¿sabe?

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. #Awwwwwwww #meemocionéhastalaslágrimas #bastanteputodiríayo #BocaCampeón #Riquelmeteamo #whatsapp #SteveJobs

    ResponderEliminar
  3. Lo se rusa bonita. Sabes que yo también.

    Dios (?), y los fantasmas del cementerio de la isla Martín García, no me dejan mentir.

    Tampoco estaría mintiendo si digo que a vos Niña, te quiero mas que a #Riquelme sacando a #BocaCampeon.

    Y hasta aca llegan mis declaraciones de cariño.

    Ponerme mas puto que esto, ya me parece un abuso.

    Gracias por pasar.

    Sigan siendo asi de geniales, por lo menos unos veinte años mas.

    Besos amigas.

    ResponderEliminar
  4. Mientras iba leyendo la historia creí que el final iba a ser con montones de tipos respondiendo a su llamado y una cancha llena de twiteros o similar.

    Pero que fuese Alvar Martin es un buen final también!! Buen jugador, de esos que usan las topper como si fuesen botines, buena técnina y gambeta corta.

    Finalmente, creo q en los comentarios de aquí arriba descubrí algo q usted no escribió más arriba. Porqué tiene twitter? -como todos- Por las mujeres!!!! jajajaj abrazooo

    ResponderEliminar
  5. Claramente, un jugador de Topper y medias caídas.
    Vestimenta de manual, para muchos futbolistas habilidosos en espacios reducidos, fundamentalistas de la pisadita.
    De los que no se dejan intimidar por el juego brusco de un Lopez.
    Confieso que ese Viernes tuve ganas de volverme Lopez varias veces durante el partido, y ajusticiarlo con algun violento cruce.
    Pero no pude, porque los habilidosos (?), tenemos que cuidarnos entre nosotros.

    Con respecto a las mujeres, no podria discutir su teoria. Aunque con estas dos creame que no aplica la estrategia, son jugadoras distintas, estan mas alla del resto.

    Abrazo Lopez querido.

    ResponderEliminar
  6. Gontán querido, me ausento de esta página unos días (por cuestiones laborales desde ya) y con qué me encuentro?? Con que este blog al q supe querer tanto se ha convertido en un sitio de conquista, usufructuado solo por usted, donde en vez de hablarse de fútbol no para de coquetear. "Son jugadoras distintas, están más allá del resto..." (y no está hablando de las leonas); Dios, los fantasmas de la isla martin garcía, "bonita" y "te quiero", son solo algunas de las evidencias.
    Ojo, no lo juzgo, solo quiero q no se pase de la raya... por ahora se la dejo pasar, vaya nomás

    ResponderEliminar
  7. Me iba a poner a discutirle, pero a la Dra. nunca se le discute.
    Aun asi, sepa que jamas utilizaria este noble espacio para tan bajos propositos.
    Lo mio es puro cariño inofensivo.

    Estoy amonestado igual?

    ResponderEliminar
  8. Los fantasmas de esa isla son testigos de que el cariño de este muchacho es genuino y, como él dice, inofensivo.

    ResponderEliminar