jueves, 24 de febrero de 2011

A los ciegos no les gustan los sordos


Desde que a fin del año pasado arrancó la novela a ver si a Falcioni lo dejaban salir de Banfield para ir a Boca, pensé que no me imaginaba como iba a manejarse el DT con Riqueleme. Todo lo que logró Falcioni, lo logró gracias a su amarrete esquema 4-4-2 que de entrada me parecía incompatible con las características del 10 (salvo que lo pusieran de media punta, casi de delantero, como alguna vez lo hizo jugar Russo por en una Libertadores). De doble 5 era impensado, ni hablar de carrilero.

Pese a eso, Falcioni asumió y se pasó el verano hablando maravillas de Riquelme (que no jugaba) y de lo que era contar con un jugador así. Julio Cesar a su vez traía fama de imponerse en cada plantel como único lider. En Independiente rajó a un Pusineri ídolo, por caudillo. En su primer Banield se decía que se encargaba de sacar a Rodrigo Palacios cuando el partido estaba medio definido, para llevarse todo el crédito –cosas que se dicen, no necesariamente ciertas, pero que marcan una conducta-.

Pero hoy al mediodía fue el primer round de la pelea más heavy que pueda haber tenido. En la lista de concentrados contra All Boys, no estaba Riquelme.

Motivos futbolísticos, puede haberlos. Puede incluso que le salga bien –resultados mediante- .

Lo cierto es que la noticia es que hubo alguien sin tanta espalda que se animó a colgar al 10 y en Boca (ya lo habían hecho en el Villareal -Pellegrini-).

- No está bien fisicamete? Le preguntaron.
- No no, la decisión es en relación al funcionamiento del equipo; dijo. Antes de arrancar ya había dicho que no da explicaciones acerca de lo que decide.

En la práctica de fútbol ya le había dado la pechera de los suplentes.

Será una tormenta larga que irá bailando al ritmo de los resultados, las declaraciones y las pavadas de los diarios. Dicen que Fantino ya sacó un crédito pensando en lo que va a lucrar con esta interna.

Aunque sea antipático, no me deja de llamar la atención los huevos que hay que tener para tomar semejante decisión. El campeonato recién arranca y ante cualquier traspié le van a caer encima. Para colmo en cada entrenamiento habrá 500 cámaras buscando un cruce de miradas, una cara, una indicación. La otra pregunta, ¿y si a Falcioni le va bien? –al tipo le fue bien en casi todos los clubes que dirigió (creo que sólo de Colon se fue mal)- ¿qué dirá el hincha?

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