martes, 12 de abril de 2011

Disculpen si les digo Caballeros -es que no los conozco bien-



Por el Mariscal Boldini

Anoche mientras empanaba una carne para milanesa, la Chicha, me llamó a la cocina. “Tengo algo que decirte”. En la televisión pasaban algún resumen de los medios con noticias variadas del fin de semana. La Chicha estaba seria. Me di cuenta que era de fútbol y entendí su seriedad.

De chica era una alumna muy destacada, constantemente abanderada y ejemplo de clase. Bueno –prosiguió- cuando yo me sacaba una nota baja no faltaba algún gil que decía “mirá la superé a la Chicha”.

Hizo una pausa, tomo el último sorbo de mate y me dijo:

Eso le pasa a Palermo.

Es el precio de ser mejor que la media. De destacarse. Ahora tenés 500.000 giles contando cuanto hace que no hacés un gol cuando hay 50 delanteros que juegan en primera y meten un gol por campeonato.

Convencido de lo que me decía, pensé en buscar y poner la estadística de los delanteros que hacia miles de minuto que no mojaban. Era mucho laburo y no quería.

Creo que la gran mayoría sabe que es una gilada. Un record del que el mismo Palermo se sacaría de encima con un gol con el culo. Pero… ¿qué le pasa? Yo creo que nada grave, no han mermado sus raras aptitudes para meterla, no está viejo, ni oxidado. Para mí, simplemente es la vida.

Para mí lo que realmente enferma y molesta como kriptonita al ánimo del Optimista, es el hecho de estar en la cuenta regresiva de su retiro. Entre tanta gilada televisada, veo a Tenenmbaun (consecuente como periodista político) preguntándole a Palermo en vivo sin mala leche pero con mucho in oportunismo si no se hubiese tenido que retirar después del mundial.

Palermo intentó zafar respondiendo correctamente. Yo creo que si fuese por él no se retiraría nunca. Y ese es el problema. Se le nota al hablar, no le gusta, le duele, el tipo ha sido imparable, inmune a lesiones, probabilidades, sentido común, etc. Sin embargo esto es más fuerte y el optimista está triste.

Palermo ha sido entre otras cosas un personaje. Y creo que es como un actor al que le dicen que es su última función. No es fácil. Más que, si por algo ha sido querible, es porque siempre ha llevado y mostrado los sentimientos a flor de piel. Llorando, gritando, etc.

Por último, hay gente que nunca se supo jubilar, incluso teniendo a la muerte ahí nomás. Me permito citar lo mil veces citado. Groucho Marx haciendo que pongan en su lapida “Disculpen que no me levanto”.

No me importa cuando la vuelva a meter; pero una cosa me da pena: antes de arrancar el campeonato Palermo estaba a sólo 5 goles de los que hizo Sanfilippo. Alcanzarlo no sólo sería responderle, sino también pasar a retiro de un bobazo al viejo mala leche.

Si la vida de Palermo es una película nada le gusta más al espectador, que el héroe trágico, que muere sufre o se desangra. En este mundo Loco, antes del final, tengamos algo de su grandeza, sres.



PD: queda para otro día analizar con tiempo y detalle, el grupo claramente definible y existente que es en el ambiente futbolítico, La Gilada.

1 comentario:

  1. Aplaudo de pie este post!!...por obvias razones.
    Dejemos a la gilada que hable, el Titan siempre sera el Titan, la historia ya lo sabe.
    Que lastima lo del mala leche de Sanfilippo, aunque todavia hay tiempo. Y que irrespetuoso este Tenembaun, le corresponde un correctivo.
    Abrazo Mariscale.

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