De Cotillón

Por el Mariscal Boldini

Yendo al trabajo, llegando tarde y medio dormido, perdido en razonamientos no muy fundados, creo haber encontrado uno de los motivos del fracaso de nuestro fútbol. Venía pensando boludeces de algún modo vinculadas con el fútbol, cuando de pronto vino a mi cabeza como un cuco la cara de Jonás Gutiérrez. Sin quererlo su pelo (creo) planchado ocupó el centro de la escena.

El problema: desde hace tiempo sostengo en distintas reuniones y a los gritos que Europa es una gran mentira. La gente me mira sin querer darme bola y dudando de que tan temprano ya esté borracho. Pero es verdad. Como unos ingenuos nos creemos una y otra vez que los jugadores comprados a por ejemplo 10.000.000 de euros realmente valen eso. No, no y no, señores!! Que un mercado híper inflado (con cláusulas de rescisión millonarias y millones ganados en merchandising y derechos de televisación universales) pague eso, no significa que una vez que por ejemplo Pastore fue comprado en una millonada sea cuantitativamente mejor a los tipos que jugaban con él hasta dos meses antes en Huracán. Caso aplicable a casi cualquiera, Di Maria sería un lindo y largo ejemplo.

Pero uno de mis ejemplos preferidos es el siguiente, si Valencia y Banfield jugaran 10 partidos, en mi opinión probablemente el taladro ganaría 3 y empataría 4 seguros. A esa altura la gente ya está convencida de que estoy borracho aunque no me hayan visto tomar más que Fanta. Pero yo lo creo no sólo posible, sino esclarecedor. El fútbol son once contra once, y son todos seres humanos. Que un tipo valga 39 millones y medio más que otro es más una coyuntura del mercado que un reflejo real de sus cualidades. Y creerlo sin dudar es de nuestra parte tragarnos la pastilla día tras día sin siquiera chistar. Un último ejemplo delirante: si Cahais hubiese nacido en Turquía por ejemplo, seguro estaba jugando el mundial. No lo desarrollo y les agradezco no hayan dejado de leer renglones arriba.

Europa es una mentira, sin dudas, pero hoy descubrí lo más nocivo de su veneno. Y vuelvo a la imagen de Jonás Gutiérrez lookeado. Los tipos -jugadores- tras pegar el salto en su carrera deciden agiornarse a la moda europea. Ese es el principio del fin. Que un tipo rústico nacido en el conurbano se vista como un modelo de moda europea es peligroso (sobre todo cuando tiene que seguir jugando), pero lo más peligroso es que se crea un modelo. Los primeros fueron Verón y Crespo. Que les pasaba? una cosa es hacer una propaganda, más o menos graciosa, mejor o peor actuada; otra muy distinta creerse un modelito. De ahí a cambiar tu vida, a pifiarle al arco y ser un nabo hay un camino muy corto (mirémoslo a Christianu).



Y lamentablemente cada vez sucede más. Habría que cerrar las puertas de Ezeiza, para no dejar salir a los no contaminados y para no dejar entrar a esos Dátolo, Zarate y no sé cuantos más que vienen lookeados, con gafas, pantalones y remeras que son casi una falta de respeto para quien alguna vez haya comprado una camiseta con su nombre en la espalda. Quiero hacer una última diferenciación a este respecto que puede resultar más que esclarecedora. No entran en esta lista negra gente como Tevez de traje en el living de Susana o Maradona en pleno look ochentoso bizarro de su época de jugador. En esos tipos la moda no implica creerse un símbolo de belleza, sino estar vistiendo como marca una clase social a la que hasta entonces no pertenecían. Aún hay en esos hombres humildad, espíritu de superación y hambre.

Esto, señores, es lo que está en peligro de extinción. Otro vaso de Fanta, por favor!!!